Río de Janeiro.- Dio ejemplo.
Se mostró como la reina de la marcha, por eso LupitaGonzález fue el terror para las demás participantes en los JuegosOlímpicos, a sus 27 años de edad.
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La mexiquense es una atleta que recorría 120kilómetros a la semana entre avenidas y carreteras. Hastaque un día se lesionó y tuvo que ser operada de una de susrodillas. Fue cuando le dijeron que escogiera la caminata para surehabilitación.
[caption id="attachment_404731" align="alignnone"width="615"]Foto: AP[/caption]
Pero sigue con dolor, sus heridas no hanparado.
“No sé qué sigue mañana, tengo que hacerme unavaloración médica total, porque siento mucho dolor.Necesito ver si puedo seguir en este nivel porque para qué vamos ahacer algo que no es el objetivo”.
Nacida en Veracruz, pertenece al EjércitoMexicano, era una inexperta en esta disciplina, hasta quele comenzó a tener pasión.
“Todo fue por una herida, que me sigue doliendo. Peroestoy contenta, dolida por los últimos 50 metros porquepude dar más. No me alcanzó, pero creo que tambiénestá satisfecho mi entrenador por lo que hice”.
[caption id="attachment_404734" align="alignnone"width="400"]Foto: AP[/caption]
“México también puede, México esgrande”
“La mente puede hacer muchas cosas. Puedeshacer el mejor trabajo, pero si no tienes la mente deaguantar, no sirve de nada. Hay que ser muy dura en estacompetencia”, admitió la marchista.
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Una frase acaso resuma mejor que ninguna por qué casi logróganar una carrera en la que, como ella mismo admitió, sesintió “como un conejito encajonado” ante las treschinas que se le pegaron de inicio a fin de lacarrera.
“El dolor es temporal, pero la satisfacción es para toda lavida”, dijo en rueda de prensa, y reveló lo que corríapor su cabeza durante los momentos más duros de laprueba, disputada parcialmente con un intenso viento decara y bajo un tórrido sol.
[caption id="attachment_404737" align="alignnone"width="615"]Foto: Jorge Barrera | ESTO[/caption]
“En algún momento pensé que estaba fuera, perorecuerdas todo lo que has trabajado y no tienes miedo deintentarlo una vuelta más, y al final ya estás en laúltima vuelta, y lo dejas todo”, aseveró.
“México también puede, México es grande.El camino no era éste, quería llegar en el boxeo o en la carrera.Pero aquí estoy”, expresó.
Pocos pueden presumir de una capacidad mental comoLupita para lograr hitos equiparables al de hoy, como suvictoria en el Panamericano de Toronto 2015, cuando tras cruzar lameta se desmayó, al parecer por no haberse hidratado en toda lacarrera por orden de su entrenador.
|| Con información de Guillermo Martínez G./ESTO yNotimex||
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