El aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio no solo afectó los planes de entrenamiento de los once mil atletas que iban a competir, sino también de aquellos que pondrían punto final a sus carreras deportivas.
El adiós se les postergará hasta 2021 y nadie quiere ausentarse de uno de los más grandes eventos deportivos del mundo. Entre los deportistas que se despedirán destaca el caso de la multimedallista mexicana María del Rosario Espinoza, histórica taekwondoín que le dirá adiós al tatami. En el ámbito internacional se encuentra el marchista español, Jesús Ángel García Bragado, con 50 años, quien terminará su carrera con la marca de ocho JO en su andar; Jared Tallent, otro marchista, pero australiano, pondrá fin a veinte años de trayectoria; Mijaín López, luchador grecorromano, trabajará por su cuarta medalla de oro en Tokio.
La piragüista española Teri Portela también espera que tampoco se apague su propia llama antes de intentar vivir sus sextos Juegos y en el futbol Carli Lloyd, de Estados Unidos, reconoció que colgará las botas un año más tarde de lo esperado para intentar ganar otra medalla de oro, después de haber conseguido una en Beijing y otra en Londres.
Y es que mientras dura la carrera deportiva, el atleta entrena distintas habilidades, físicas, tácticas y emocionales, pero rara vez se toma en cuenta la preparación para el momento del retiro, pese a que todos saben o deberían saberlo, que es un momento que llegará indudablemente. Y como nadie sabe de antemano cómo reaccionará el deportista una vez retirado, si se presentarán problemas o no, algunos prefieren considerar que el tema debe abordarse desde la psicología clínica, y no desde lo estrictamente deportiva.
El momento del retiro forma parte de la vida del deportista, quien no dejará de serlo porque concluya su etapa competitiva. Las causas que pueden llevar a un deportista a retirarse pueden ser varias, pero el adiós es el único camino que le queda sea por su edad, lesiones, disminución de su rendimiento, etc.
La psicóloga española Inés Tornabene asemeja al retiro a un duelo: “Estar en duelo significa darse cuenta que hay algo que ya no va a estar más. No tiene que haber fallecido una persona para estar en duelo; los duelos se producen cuando alguien o algo que estaba o era, ya no está o ya no es. El duelo tiene que ver con lo irremediable, con lo que ya no vuelve, con no poder dar marcha atrás”.
Agregó que tras el retiro, el atleta trabajará en su nueva adaptación. “Una persona cuya vida deportiva integra un “porcentaje” alto de su identidad seguramente entrará en un proceso de crisis en el momento de su retiro y tenderá a experimentar una variedad de dificultades de adaptación al proceso”.
Así que junto a la extinción de la flama olímpica durante el próximo 2021 en los Juegos Olímpicos de Tokio, también se apagarán las carreras de brillantes deportistas, que difícilmente se igualarán y a la posteridad quedarán sus hazañas, glorias, marcas y satisfacciones al mundo deportivo que los extrañará.