Inimaginable resultaba ganarle al campeón en el arranque de una Copa del Mundo. Eso nadie lo hubiera creído. Ni el mejor guionista se hubiera atrevido a escribir la historia. Eso jamás pasaría. Sin embargo, existen los sueños y éstos se cumplen por más que se vean lejanos e imposibles de concretar.
Atrevida e inverosímil, al Tricolor de 2018 le tocó trazar la mejor hazaña deportiva que se la haya presentado en un Mundial. En el debut de dicho certamen, desde el estadio Luzhniki de Moscú, la Selección Nacional se fajó como los grandes y le pintó cara a Alemania, equipo que llegaba a defender su título conseguido en Brasil 2014 y que pintaba ganar en esa ocasión y el también refrendar el cetro.
En un estadio totalmente abarrotado por miles de mexicanos que hicieron el viaje, México nunca tuvo miedo de los teutones de Joachim Low. El esquema nacional fue de propuesta y prácticamente todo le salió a Juan Carlos Osorio y sus pupilos.
México supo aguantar los embates europeos, aguantaron y fueron pacientes ante la posesión y contragolpes del rival, aunque un Hirving Lozano fulgurante alcanzó la cúspide de su carrera deportiva, ya que redondeó su gran temporada europea con el PSV y le marcó a la campeona en pleno arranque de Rusia 2018.
Con piernas, velocidad y sangre fría supo vencer a Manuel Neuer, gracias a la colaboración de Javier Hernández, sus compañeros dentro del terreno de juego y de los miles mexicanos instalados en las gradas del estadio que los arroparon.
Lozano fue el más efusivo, su furor inundó el inmueble y la emoción llegó hasta nuestras latitudes, a él le siguió Hernández, quien lo acompañó en los gritos del festejo, Guardado lo cobijo y Juan Carlos Osorio saboreaba el dulce sabor del gol y posteriormente de la victoria, desde su banquillo técnico.
El cálculo y la estrategia le salió perfectamente a Osorio, el entrenador se llevaba la admiración de los mexicanos y todo el mundo, ya que sacaba el mejor resultado de su historia como entrenador. Toni Kroos le metía emoción con un potente disparo que se estampó en el larguero y el Tricolor se presentaba con bombo y platillo desde la capital moscovita de Rusia.
México sumaba una victoria histórica frente al Campeón y en una Copa del Mundo, tumbaba los pronósticos, daba una campanada universal, estaba en la boca de todos y lo que vendría después también sería historia en busca de alcanzar el quinto partido, pero Brasil se encargó de desvanecer todo lo logrado en Luzhniki para fabricar una nueva eliminación desde los octavos de final en la ciudad de Samara.