Aaron Rodgers mostró su versión más “vintage” para llevar a los Jets a su segunda victoria de la campaña. El mariscal de campo se vio mucho más cómodo del emparrillado y se sabe con eso basta y sobra para que sus ofensivas caminen. El equipo de Nueva York se impuso 24-3 ante los Patriots y por primera vez en décadas ligaron victorias ante sus rivales divisionales.
Podría decirse que fue una noche plácida para Rodgers, en el MetLife Stadium. El quarterback vivió su primer partido en casa en esta temporada y le regaló a su afición una presentación sólida, con chispazos de lo que esperaban de él desde el año pasado, cuando llegó a la franquicia a cambio de una millonada.
Los números de Rodgers en la victoria de Jets ante Patriots
Rodgers se vio en completo dominio de la ofensiva, con buena química con la mayoría de sus receptores, pero sobre todo, demostró que poco a poco ha recuperado su movilidad. A sus 40 años, el quarterback apeló a su vieja fórmula para salir de la bolsa de protección y encontrar esos segundos extras para hacer daño con sus envíos. Así logró conectar de forma repetida con su ala cerrada Tyler Conklin, líder en yardas, con un total de 93. También destacaron Allen Lazard, el viejo conocido de Rodgers, quien registró 48 yardas y consiguió su tercer touchdown de la campaña. Garrett Wilson, mientras tanto, también logró entrar a la zona prometida con una recepción de alto nivel. El mariscal terminó con 280 yardas y dos touchdowns.
Los Jets, sin embargo, fueron mucho más que el juego aéreo. La ofensiva del coordinador Nathaniel Hackett parece haber encontrado el equilibrio con la dupla de corredores protagonizada por Breece Hall y Braelon Allen. Ambos corredores se combinaron para un total de 151 yardas y un touchdown. Una bocanada de oxígeno para cualquier ofensiva.
Patriotas es un desastre
Los Patriots, que habían mostrado un espíritu combativo en los primeros dos partidos de la campaña, fueron borrados por los Jets. Nunca encontró Jacoby Brisset la clave para vulnerar a la férrea defensiva de Saleh. El mariscal de campo apenas registró 98 yardas por aire y aunque no regaló balones, tampoco logró encontrar la zona prometida.
La ineficiencia de Nueva Inglaterra para mover las cadenas por aire mermó el ataque terrestre. No fue la noche de Rhamondre Stevenson. El corredor sumó un pobre registro de 23 yardas y quedó lejos de ser ese jugador determinante. Ya con el duelo perdido, Jerod Mayo le dio minutos de juego al quarterback Drake Maye, quien llegó al equipo como la tercera selección global del pasado draft.
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La victoria le permitió a los Jets ligar triunfos ante los Patriots, algo poco común en el nutrido historial. La franquicia de Nueva York tardó casi una década en quitarse una jettatura de 15 derrotas en fila, pero estos son otros tiempos, ya sin Brady y Bellichick.
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