La llegada del Rebaño tuvo inconvenientes, en medio del orden entre cientos de seguidores rojiblancos y la seguridad del lugar. Hubo dos líderes del chiverío que intimidaron e incluso golpearon a representantes de los medios de comunicación.
Un grupo de reporteros, fotógrafos y camarógrafos se colocó en un lugar específico de la terminal aérea para tener las imágenes de los jugadores rojiblancos. Todo transcurrió con normalidad hasta que llegaron de forma agresiva tres personajes.
Los violentos seguidores comenzaron a empujar a todos los medios presentes hasta sacarlos del lugar.
“Échenle, ayúdennos ustedes como medios, échenle por favor”, dijo uno de los líderes al momento de empujar a los reporteros y fotógrafos que estaban en el pasillo formados minutos atrás.
“Lo único que se están ganando es que les acomodemos una golpiza”, dijo el otro involucrado.
Las palabras y las formas subieron de tono hasta que apareció la agresión física. Un reportero de una televisora y dos fotógrafos de medios impresos, fueron las víctimas de los pseudoaficionados.
Sin otro remedio y con la seguridad del lugar sin actuar, los medios de comunicación salieron del lugar y esperaron a los jugadores cerca del autobús.
Al existir imágenes claras de los agresores, la liga y Chivas tienen que actuar para alejar a estos personajes del futbol.
LLEGARON
La grandeza de Chivas no caduca, tampoco su imán con la gente. El Rebaño llegó a la CDMX y fiel a su slogan la tiñó con sus colores. La capital es la casa de las Águilas, pero el chiverío es el invitado más esperado.Banderas, papeles, mantas, cartulinas y tambores estuvieron presentes en el lugar. Fueron decenas, cientos y luego miles de seguidores rojiblancos los que interrumpieron la paz del recinto.
El vuelo se demoró y eso permitió que la cantidad de fanáticos creciera. Los pasillos y escaleras estuvieron repletos.
Los cánticos le dieron un toque de fiesta al lugar, los presentes cantaron hasta quedarse sin voz. Las banderas enormes ondearon una y otra vez, hubo varias en alusión a Emiratos Árabes. El Mundial de Clubes se acerca y el apoyo para los tapatíos va a estar presente en esas lejanas tierras.
La espera siguió, las canciones también. Varios pasajeros extranjeros y nacionales se notaron sorprendidos por lo que pasaba y no dudaron en sacar sus teléfonos para grabar y transmitir lo que veían.
Luego de varios minutos el avión aterrizó y fue cuestión de segundos para que los jugadores aparecieran. Josecarlos Van Rankin, Michael Pérez e Isaac Brizuela fueron los primeros en interactuar con su gente. Entre empujones lograron avanzar y subir al autobús.
El siguiente grupo lo lideró Raúl Gudiño, el “Aris” Hernández, Jair Pereira y Ángel Zaldívar. La pasarela continúo con José Cardozo, el paraguayo experimentó por primera vez el cariño que le tiene la capital al chiverío. Pepe dio algunos autógrafos y luego abordó el vehículo. Hedgardo Marín, Josecarlos Van Rankin, Gael Sandoval y Alan Cervantes también avanzaron lento.
El último en aparecer y el más aclamado de los rojiblancos fue Alan Pulido. El atacante del Rebaño caminó entre abrazos y gritos. Alan como pudo alcanzó a atender a unos niños antes de entrar al camión.
Ya con todos arriba, el vehículo avanzó y de inmediato se trasladó al hotel de concentración. Chivas llegó y alborotó a la capital. Otra vez es suya.