Barcelona, España.- El estadio Santiago Bernabéu decidirá, el 27 de febrero, a uno de los finalistas de la Copa del Rey de España, después del empate a un tanto que se registró ayer en el Camp Nou, donde Real Madrid arrolló durante los primeros 20 minutos de juego, pero sin continuidad posterior frente a un Barcelona con Lionel Messi fuera del cuadro titular.
El ritmo, la pausa y el control. El Real Madrid lo tuvo todo en el primer gran partido de Santiago Solari como técnico del equipo, ante un rival con dudas, mal posicionado y que se sintió muy incómodo desde el silbatazo inicial.
Santiago Solari leyó bien el partido. Confío en el joven brasileño Vinícius Júnior, pero, sobre todo, tuvo en Karim Benzema, quien se encuentra en estado de gracia.
Vinícius mandó un centro al segundo poste, Benzema lo controló y lo sirvió a Lucas Vázquez, quien, dentro del área, abrió el marcador, apenas al minuto 6.
Barcelona no despertó hasta pasado el minuto 20. En cuanto se activó su banda derecha, con la combinación entre Semedo y Malcom, todo cambió.
Desde entonces y hasta el final del primer tiempo, el partido ya era de los Culés, pero con un futbol alejado de sus cánones habituales, basado más en el corazón que en la técnica. Todo ello, mientras Messi, nervioso, jugaba con una botella de agua, en la banca de suplentes.
La inercia de buen juego del Barcelona se mantuvo tras el descanso. El partido estaba del lado de los locales y el Camp Nou reclamaba la entrada de Messi, pero quien salió a calentar fue Arturo Vidal, al minuto 52. El argentino, aquejado por un golpe que sufrió el sábado frente al Valencia, lo hizo poco después.
Mientras tanto, las operaciones sobre el terreno de juego las llevaba Malcom, ante un Real Madrid que perdió intensidad. El empate llegó el minuto 58, nació de un tiro que Luis Suárez mandó directo al poste; Malcom, muy atento, recogió el balón y lo puso donde nadie llegó.
Ernesto Valverde y Santiago Solari movieron sus piezas sobre el tablero, al minuto 60. Messi entró en sustitución de Philippe Coutinho, Arturo Vidal por Iván Rakitic; Casemiro salió por el lesionado Marcos Llorente, y Gareth Bale por Vinicius, quien fue de más a menos.
Álvaro Morata regresa al Atlético de Madrid
Sin físico en ninguno de los dos equipos, el partido fue otro. Sólo alguna acción individual podía cambiar el resultado. Lo intentó Bale, en una jugada defensiva de mérito de Semedo, al minuto 82, y prácticamente en la única aproximación del Real Madrid a lo largo del segundo tiempo.
Al final, los Merengues apretaron más, pero el marcador se mantuvo inalterable, con lo que el pase a la final se decidirá en el Bernabéu, dentro de tres semanas.