La tarde de ayer, El Diario de los Deportistas estuvo de manteles largos. Tuvimos la oportunidad de recibir la visita de Guillermo Álvarez Cuevas, presidente de Cruz Azul, uno de los grandes del futbol mexicano y que ha alimentado la historia de nuestro balompié durante décadas.
La charla se tornó amena con el Licenciado. Fueron diversos los temas que se tocaron durante el recorrido por la redacción, pero uno de los más importantes fue, sin duda, la reciente conexión que tuvo el plantel y cuerpo técnico celeste con las raíces de la institución, con su gente y el trabajo que brindan día a día.
Lejos de los lujos de una pretemporada en el caribe o las jornadas extenuantes en las playas, Cruz Azul eligió por segunda vez bajo la gestión de Ricardo Peláez y Pedro Caixinha, reencontrarse con sus raíces y que el grupo absorbiera de lleno la identidad cementera.
Hace tiempo fue Jasso y Ciudad Cooperativa la que recibió la visita de la plantilla azul. Esta vez, toda la delegación celeste visitó hace algunos días la planta cementera ubicada en Lagunas, Oaxaca. Ahí, no solamente entrenaron y jugaron partidos amistosos, también se acercaron a los habitantes de la localidad, quienes no perdieron la oportunidad de mostrar su devoción por los colores y la camiseta de La Máquina.
Esta convivencia llenó de orgullo a “Billy” Álvarez, quien compartió emocionado el valor de este acto.
“Sirvió muchísimo porque no fue para que los aficionados estuvieran cerca de los muchachos, sino para que ellos (los jugadores) conozcan también las jornadas de trabajo de quienes son el soporte del club”, afirmó.
Un gran sector de los hinchas azules pertenece justamente a estas regiones en donde la cementera forma parte de su vida diaria, ya sea porque ahí viven, trabajan o han echado raíces. Al igual que los miles de seguidores del equipo en la república mexicana, ansían ya un título de Liga, cosa que Álvarez sabe perfectamente, por lo que agradeció la fidelidad y la paciencia mostrada durante tantos años de sequía del club.
“Fidelidad, eso es lo que más les agradecemos y reconocemos. Paciencia sabemos que han tenido, pero es más de reconocer la fidelidad”.
Con la batería recargada por el amor de su gente, Cruz Azul está listo para un nuevo certamen. La ilusión de que este año sea el bueno es la misma de cada seis meses y el camino está por comenzar.