El plantel de Boca Juniors llegó el miércoles a Madrid para enfrentar el fin de semana a su clásico rival River Plate en la vuelta de la final de la Copa Libertadores, para la que la ciudad ha organizado un gigantesco operativo de seguridad.

Se espera que 10 mil hinchas de ambos equipos viajen desde Argentina para la final -pospuesta en dos ocasiones- que se celebrará el domingo en el Santiago Bernabéu, el estadio del Real Madrid.

Ante el posible arribo de decenas de miles de argentinos, aparte de los que ya viven en Europa, la policía se prepara para lo que calificó como el encuentro de mayor riesgo en la historia de Madrid.

Se espera que más de 2 mil 500 agentes estén de servicio para el "superclásico". La policía también ha pedido apoyo a los servicios de seguridad de Argentina.

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El plantel de River Plate salió de Buenos Aires en la tarde del miércoles, y se espera que aterrice el jueves por la mañana en Madrid.

Los equipos empataron 2-2 en la primera final que se disputó en La Bombonera, el estadio del Boca, pero la revancha, prevista para el 24 de noviembre en Buenos Aires, fue pospuesta dos veces después de que los hinchas del River atacaran al bus del Boca que los trasladaba al Estadio Monumental, un hecho que dejó a barios futbolistas heridos.

El Paseo de la Castellana de Madrid estará cortado desde las 09.00 hora local (0800 GMT) el domingo mientras la policía divide a los dos grupos de la afición para evitar la violencia.

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La afición llegará en vuelos específicos y será trasladada en autobuses a sus respectivas zonas tras su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Aunque cada uno de los finalistas obtendrá 25 mil entradas, sólo se les permite vender cinco mil a los aficionados que viven en Argentina con el fin de evitar que los hinchas violentos al partido.