La conexión merengue Vinicius Jr.-Rodrygo-Casemiro le dio a Brasil la victoria frente a Suiza y el pase a los Octavos de Final. No fue su mejor versión, pero con poco le basta al equipo de Tite para imponerse a sus rivales en esta ronda, y solo espera un empate ante Camerún para asegurar la cima del Grupo G. Podría hasta perder el próximo partido y ser líder. No se conformará con eso la Pentacampeona.
La Canarinha asusta por el nombre y por los hombres. Línea por línea, el valor de la plantilla brasileña debería bastar para imponerse a cualquiera. Pero si algo ha enseñado este mundial, es que el orden y la determinación le compiten al talento. Le complican. Y, a veces, hasta le ganan.
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No fue el caso ayer con Suiza, pero quedó claro que el conjunto rojo no salió al campo intimidado. Se plantó y jugó como se le juega a un equipo que de entrada sabes superior. Repartiendo tareas, abarcando la mayor parte del campo, atacando sin complejos. Suiza incluso salía al toque, nunca a balonazos.
La Verdeamarelha, en tanto, dominaba el balón, lo mismo con toque cortos de primera que con cambios de juego malintencionados. No pudo sin embargo llevarse la victoria parcial al descanso, luego de que sus opciones más claras fueron un tiro a bocajarro de Vinicius Jr. que el portero Yann Sommer mandó a tiro de esquina, y un disparo lejano de Raphina directo a las manos del arquero.
En la tribuna siempre gana Brasil. Los pocos puntos rojos en el estadio se veían incluso superados por el azul de los asientos vacíos. Muchos, como en todos los partidos. Raro para un Mundial que presumía de tener el boletaje agotado.
Ambos equipos salieron a lo mismo en el complemento. A ganar, Brasil, y a intentar no perder, Suiza. No se sentía, sin embargo, un dominio abrumador de la Canarinha.
De repente, Casemiro sirvió al espacio para Vinicius Jr., éste se limpió una barrida y entró al área para cruzar a al arquero. El festejo, sin embargo, fue apagado un minuto después cuando el VAR determinó que había fuera de lugar. Lo mejor del equipo de Tite hasta el momento y unos centímetros le robaron la gloria.
Pero Brasil no necesita ser Brasil todo el tiempo para ganar. Bastas dos o tres destellos. Así acabó con la resistencia suiza. A lo Real Madrid, además, con la conexión directa de tres jugadores merengues.
Pegado a la izquierda, Vinicius tocó retrasado para Rodrygo, que vio solo en el área a Casemiro, le pasó y este fulminó con un derechazo con la parte externa, que todavía pegó en un suizo y se fue a incrustar pegado a las redes. Yann Sommer ni siquiera hizo el intento de lanzarse.
Ahí se derrumbó el planteamiento suizo. En los minutos finales fue Brasil el que buscó el marco como si no fuera el cuadro europeo el que estuviera abajo en el marcador. Vinicius Jr., excedido de confianza, tocaba, corría y pasaba de tacón, pero sin generar verdadero peligro.
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Sin la determinación previa, Suiza aguantó y dejó en mínima la victoria de Brasil, que en sólo dos partidos aseguró su lugar en Octavos de Final, y hasta en caso de perder ante Camerún podría clasificar como primero de grupo. A los europeos, en cambio, les ayuda la victoria los africanos y el empate de éstos con Serbia. Visto lo visto hoy, dependen de sí mismos para avanzar.
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