El Triplete se hizo realidad: el Manchester City es campeón. La primera Champions League en la historia del club y la tercera para el entrenador Pep Guardiola también se cumplieron.
En un juego más estratégico que espectacular, el equipo inglés necesitó solo de un gol para pintar la gloria de color celeste.
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Inter de Milan fue mejor, insistió más pero falló todas sus oportunidades. Su sequía de 13 años no pudo romperse, mientras que los Citizens, sin ser dominantes, pudieron levantar la Orejona, para completar un año espectacular con tres trofeos en sus vitrinas. 1-0 final.
El partido del año con la máxima gloria en juego a nivel de clubes. Dos de los mejores equipos del mundo, uno como favorito y el otro como caballo negro. Todo predecía un espectáculo asegurado en territorio turco, pero en la primera mitad quedó a deber
Fue un duelo de estrategias bastante marcadas. Manchester City comenzó mejor, controló el balón e incomodó a su rival. Incluso generó el primer peligro con un disparo de Bernardo Silva. El portugués estuvo cerca y el equipo italiano se salvó. El Inter poco a poco encontró espacios, dio avisos, jugó ordenado y hasta se animó a atacar, pero sin tanta precisión. Lautaro Martínez y Edin Dzeko fueron bien controlados.
Sufrieron la lesión de Kevin De Bruyne
La final fue peleada. Ambos equipos fueron precavidos y primero pensaron en no equivocarse antes de animarse a atacar. Eso hizo un juego soso, sin emociones y con poca espectacularidad.
El equipo de la Premier League bajó de revoluciones y no se vio cómodo. Eso sí, Haaland necesitó tan sólo de un pequeño espacio para tener la más clara de los primeros 45 minutos. El delantero noruego disparó con fuerza, pero el guardián André Onana aguantó firme en la línea y salvó con una buena reacción. El camerunés no se intimidó y dejó su red imbatible.
Los ciudadanos siguieron con las malas noticias. Como si fuera un mal presagio, Kevin de Bruyne no pudo seguir en el juego por una lesión. Así como en el 2021 ante el Chelsea. El belga tuvo que salir de cambio, entre un mar de lágrimas que no pudo disimular y con el recuerdo bien presente de la última final perdida con la misma circunstancia.
El escenario para los ingleses empeoró, sobre todo en el aspecto anímico, pero afortunadamente para su causa no fue aprovechado por su rival y el marcador nunca pudo moverse.
Manchester City anotó en el complemento
La diferencia siguió en el complemento. Manchester City se vio impreciso e irreconocible. El Inter de Milan tuvo un juego perfecto a la defensiva, neutralizó por completo a hombres como Haaland, Foden y Grealish, aunque con muy poco talento al frente. Eso se notó en la definición de Lautaro cuando tuvo la oportunidad más idónea, pero el argentino no aprovechó la distracción de la zaga celeste. Ederson nunca se venció y salvó su meta una vez más.
Todo lo bueno que había hecho el equipo italiano se desmoronó en un segundo. Silva llegó a línea de fondo y mandó un centro que fue desviado. El balón quedó en el área y Rodri la prendió con maestría para encajarla en la red. El mediocampista español la puso a un lado de Darmian y Calhanoglu.
Los italianos lucharon por el empate. Dimarco falló, Lukaku erró dos veces y Ederson fue el héroe. Inter no pudo marcar y se le fue la cuarta orejona. El Manchester City cumplió y la Champions League es suya por primera vez.