Ni en pintura Cruz Azul desea ver a Miguel Herrera. Si La Máquina tiene un freno constante en la Liga, ese es el “Piojo”. Con él de rival, la locomotora no carbura, no avanza y en ocasiones ha tenido descarriladas épicas como las finales de 2013 y 2018.
El técnico azulcrema le tiene tomada la medida a sus colegas celestes en turno: Memo Vázquez, Luis Fernando Tena, Paco Jémez y Pedro Caixinha, quienes de maquinistas no han podido con él. Robert Dante Siboldi tiene la oportunidad de romper la maldición y cambiar la historia. Los números favorecen a Miguel y como si fuera algo mágico, las apuestas están de su lado.
La primera vez de Miguel en el Nido ocurrió entre los torneos Clausura 2012 y Apertura 2013. Cuatro temporadas en las que Millonetas y Cementeros se vieron las caras en seis oportunidades con un saldo de dos victorias americanistas, tres empates y un triunfo celeste, aunque al final, de poco sirvió, ya que ocurrió en la final de ida del Clausura 2013, misma que terminaron por perder en el cotejo de vuelta.
Cuatro años pasaron para que Herrera retornara al Nido. La situación que vivía el club demandaba el regreso de un estratega que dejó buenas sensaciones en resultados y formas, además de tener el valor agregado de entender perfectamente como se juegan los partidos por el orgullo.
El segundo capitulo de la historia del “Piojo” con América, en contra de Cruz Azul, no ha sido muy diferente al primero. 10 duelos directos; cuatro victorias amarillas, cinco empates y nada más una alegría cementera, misma que -al igual que en 2013- no ayudó en nada porque fue en la vuelta de los cuartos de final del Clausura 2019; 1-0 ganó La Máquina, pero el global fue de 2-3 para las Águilas. Este sábado, un nuevo capítulo en la rivalidad de estos clubes se escribirá, aunque los momios se inclinan hacia el Ame.