Entre un gran humor y un excelente ambiente, fue como viajó Cruz Azul rumbo a Guadalajara. Las caras largas ya no existen. Su primera victoria se concretó la jornada pasada y hoy buscarán seguir con su buena racha y escalar posiciones en el torneo.
Después de su entrenamiento matutino, los jugadores celestes comieron ligero en La Noria para después viajar vía terrestre al Aeropuerto Internacional Benito Juárez con una sola dirección en su mente, el estadio Jalisco, y con un objetivo, llevarse el triunfo sí o sí ante Atlas.
El reloj marcó las dos de la tarde y el camión cementero hizo su aparición. No hubo alboroto, llegaron a la sala de abordar en silencio, uno que otro aficionado se coló entre los jugadores y se pudo llevar su foto o autógrafo. Jesús Corona arropó al nuevo integrante. Como capitán, el portero mexicano se la pasa cerca de Bryan Angulo.
El ecuatoriano no pudo encontrar mejor compañero para explicarle cada costumbre y lugar de nuestro país. Ambos jugadores posaron sonrientes ante la cámara del ESTO. Posteriormente salieron caminando rumbo al avión. Ambos podrían ser la clave al final del presente torneo para romper la mala racha de títulos que viven en el conjunto cementero.
La gran novedad en la Noria la dio Stephen Eustáquio, quien hizo el viaje con el equipo. El mediocampista de origen portugués aun no ha sido dado de alta y se espera su regreso a las canchas en aproximadamente un mes. Eso, por supuesto, no le impide estar cerca de sus compañeros de equipo; también viajó el mediocampista Javier Salas. El ausente esta vez será el joven atacante Santiago Giménez. Pedro Caixinha decidió bajar del andén al hijo del “Chaco”, aunque éste podría estar en el juego de la Sub-20 frente a los mismo s jugadores rojinegros.
Así viajó el equipo cementero, con gran ánimo y mejor ambiente. Todos los celestes saben que es el momento de reaccionar, pues de lo contrario se comenzarán a rezagar en la lucha por un lugar a la Liguilla que les pueda abrir la puerta al tan ansiado campeonato de Liga MX.