Zapopan.- Chivas ya está en Liguilla, el sufrimiento que vivió cada semana por fin se terminó. Su perla más reciente, Yael Padilla, le indicó el camino. El Rebaño llegó a los últimos minutos de un encuentro somnoliento ante Cruz Azul con la esperanza perdida, el único que no dejó de creer fue el descarado número 207. La picardía que lo ha caracterizado lo llevó a hacer una jugada de gente grande. El chamaco recortó a dos centrales cementeros y definió con una pizca de suerte, la pelota superó a Gudiño y trasladó al equipo rojiblanco a las instancias finales.
El que no seguirá es Cruz Azul, que si bien matemáticamente tiene mínimas posibilidades, los resultados del domingo podrían dejarlo eliminado a una semana de que termine el campeonato. ¡Vaya fracaso!
El juego en el Akron tuvo tensión desde el arranque del choque. Ni Chivas ni Cruz Azul podían perder, eso condicionaría su llegada a la Liguilla. Veljko Paunovic tuvo que arreglárselas para mostrar un equipo competitivo con las múltiples ausencias que tuvo. Joaquín Moreno ponderó el orden defensivo y dejó que sus dos velocistas, Uriel Antuna y el Cuate Sepúlveda hicieran de las suyas frente a la zaga tapatía.
La Máquina aceleró gracias al inspirado Antuna. El 7 cementero mostró su descaro ante los abucheos de un recinto que antes lo aplaudía y que ahora lo repudia. En un recorte se equivocó y el reclamo no tardo.
Chivas tuvo en el Oso González a su mejor jugador. Rubén controló balones, cedió con visión y casi pone el primero con un zapatazo que Gudiño sacó con una mano. Guadalajara no pudo hacer mucho, el descanso llegó.
El complemento tuvo un ritmo parecido. La lucha en medio campo fue la característica del duelo. Chivas fue el que más propuso, mientras que Cruz Azul, ya con Moisés Vieira y Diber Cambindo en la cancha, apeló a los contragolpes.
La bocanada de aire fresco que necesitaba el equipo rojiblanco llegó con un dorsal de tres dígitos. Yael Padilla ingresó y de inmediato puso en problemas a la zaga. En una jugada vertical, se quitó hasta a tres celestes, Salcedo lo alcanzó a barrer para evitar el gol.
A Chivas nada le salió, pareció que Cruz Azul se llevaría un punto, pero el Pocho se escapó con el agregado en el marcador. Guzmán vio al niño en el área, aunque Padilla demostró que puede ser el próximo referente rojiblanco. La recepción fue perfecta, recortó como un lujo necesario para llevar la pelota a su pierna dominante y sacó un disparo que Gudiño no pudo sacar tras un desvío. ¡Gol de las Chivas!
El silbatazo de Adonai Escobedo terminó con la contienda. El Akron vivió con la clasificación de su equipo, mientras que Cruz Azul se fue eliminado.
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