"El Pibe de Oro" llegó para sorpresa de todo México y de una buena parte del mundo. El 6 de septiembre de 2018, el astro argentino Diego Armando Maradona era nombrado como director técnico de Dorados de Sinaloa, equipo perteneciente a la División de Ascenso. Pocos lo creían, pues el sudamericano no había manifestado ninguna intención de dirigir en nuestro país y su arribo a un club de categoría inferior causó sorpresa y revuelo a la vez.
Sus antecedentes como entrenador se limitaban a la Selección Argentina en el Mundial de Sudáfrica 2010, además de equipos como Racing Club, Al-Wasi y Al-Fujairah, nada brillante si se le comparaba con su paso como futbolista, tanto en la albiceleste como en clubes.
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La duda entonces era si tenía la capacidad para dar brillo a Dorados, un equipo sumido en la parte baja de la tabla, sin figuras en la cancha y con una afición decepcionada porque luego de una corta estadía en Primera División, no había elementos para pensar en un pronto retorno.
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Sin embargo, la historia les daría la razón a los directivos del equipo de Sinaloa, pues la contratación del astro y controvertido Diego les dio no solo un posicionamiento mediático, sino puntos en dos torneos y un par de finales que para su poca fortuna, no pudieron ganar.
En un año, Dorados disputó 35 partidos bajo el mando del argentino, consiguiendo 18 victorias, 10 empates y 7 derrotas, para una efectividad de 60.9% y 64 puntos sumando dos torneos cortos.
Lo mejor fue su rendimiento en la liguilla, pues en ambas oportunidades el club inspirado en una leyenda logró pasar las etapas de cuartos y semifinales para llegar a la gran final. Sin embargo, en esa instancia se topó con su némesis: el Atlético San Luis, que le ganó en sendas oportunidades para así obtener su boleto al máximo circuito, donde todavía permanece.
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De su paso por México, además de las buenas cuentas en la cancha, Maradona dejó anécdotas como conferencias de prensa donde no se entendían sus palabras, charlas motivacionales que incluían bailes de cumbia villera y una triste escena en el estadio de San Luis, donde los aficionados potosinos se burlaron de él hasta el punto de hacerlo rabiar y llorar.
Para quienes quieran conocer en detalle esta etapa de Diego, pueden mirar el documental Maradona en Sinaloa, disponible en la plataforma de Netflix.