LONDRES.- Novak Djokovic se adjudicó el domingo el cuarto título de Wimbledon de su carrera al vencer al gigante sudafricano Kevin Anderson por 6-2, 6-2 y 7-6 (7-3) en una sofocante jornada en Londres.
Después del drama monumental que ambos protagonizaron en sus respectivas semifinales, las dos más largas en la historia de Wimbledon, Djokovic logró dar por terminado un período de 25 meses de sequía en torneos del Grand Slam.
Tras permanecer en la cancha durante casi 11 horas en sus últimas dos victorias ante el campeón defensor Roger Federer y John Isner, la fatiga finalmente se apoderó de Anderson el domingo y falló en su intento de convertirse en el primer sudafricano en ganar el título de Wimbledon.
Djokovic, quien tuvo que terminar su épica semifinal con Rafael Nadal el sábado, perdió algo de intensidad hacia el tercer parcial y salvó cinco "set points" mientras Anderson insinuaba una recuperación que finalmente no se materializó.
Pero el serbio se adelantó en el "tie-break" y pudo celebrar su decimotercer título de Grand Slam cuando Anderson dejó una pelota en la red.
Djokovic, quien sufrió una caída en su forma y estado físico en los últimos dos años y llegó apenas como duodécimo preclasificado al césped londinense, cometió solo 13 errores no forzados en la final y ofreció más pruebas de que ha vuelto a su mejor nivel.
"Se siente increíble porque, por primera vez en mi vida, tengo a alguien gritando 'Papi, papi'", dijo Djokovic en la cancha mientras sostenía el trofeo con su hijo Stefan.
"Esta fue mi primera final de Grand Slam en un par de años y no hay mejor lugar para hacer una reaparición. Felicitaciones a Kevin, ha tenido un torneo increíble", añadió.