El defensa Rafael Márquez, mejor futbolista mexicano del siglo XXI, vivirá hoy su primer día sin futbol confiado en que el entrenador de la selección nacional Juan Carlos Osorio lo lleve al Mundial y lo rescate del retiro.
“No digo adiós, sino hasta pronto”, escribió ayer en redes sociales el zaguero de 39 años al terminar su último entrenamiento con el Atlas, el cuadro que lo debutó en Primera división y lo despidió el pasado 29 de abril como jugador profesional.
Desde entonces, Rafa está en un retiro activo, ya no jugará más a nivel de clubes y solo volverá a la cancha si el próximo lunes es convocado por Osorio para los amistosos ante Escocia, el 2 de junio en el Estadio Azteca, y Dinamarca, el 9 en Copenhague.
Se trata del mejor jugador de México en los últimos 20 años, con asistencia a las Copas Mundiales de 2002, 2006, 2010 y 2014 y que, de ser convocado a Rusia 2018, se convertirá en el cuarto futbolista con cinco asistencias a Mundiales después del mexicano Antonio Carbajal, el alemán Lothar Matthaus y el italiano Gianluigi Buffon.
Con pasta de líder, sentido común en la cancha y paciencia en el toque de la pelota, Márquez es recordado por sus buenas actuaciones con el Barcelona español entre 2003 y 2010, etapa en la que ganó dos veces la Liga de Campeones de Europa, cuatro ligas española, tres la Súper Copa y una la Copa del Rey.
Debutó casi de adolescente con el Atlas mexicano y a los 20 años fue fichado por el Mónaco de Francia en el que pronto mostró su nivel, se ganó la titularidad y llamó la atención del Barca.
En 2010 Márquez vistió la camiseta de los New York Red Bulls de la MLS, jugó dos temporadas en el León de México, tuvo un fugaz paso por el Hellas Verona de la Serie A de Italia y regresó al Atlas, en el que debutó en 1996 y al que regresó para cerrar su carrera.
Justamente en los campos del Atlas ha cumplido en las últimas semanas una intensa preparación física con la esperanza de alcanzar una buena forma deportiva y ser llamado al “tri”.
Osorio ha dejado entrever que el defensa estará en su lista, con la idea de que juegue pero sobre todo muestre su capacidad de crear armonía en el grupo luego de haber sido un puntal en los equipos mexicanos clasificados a Octavos de final en las Copas Mundiales de Corea-Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
Con el “tri” fue integrante del equipo campeón de la Copa Confederaciones de 1999, jugó seis veces la Copa América y cuatro la de Oro, que ganó en 2003 y 2011.
De ser llamado a la selección, no estará en el amistoso contra Gales el 28 de mayo en California porque el pasado mes de agosto el jugador fue acusado por el Gobierno de Estados Unidos de tener relaciones con un zar de la droga, lo cual le impedirá pisar aquel país mientras no se aclare su situación.
Los abogados del futbolista han asegurado que saldrá limpio del proceso y mientras tanto, este sábado el jugador vive su primer día sin futbol, confiado en ser rescatado de la mejor manera, como jugador en el Mundial de Rusia en el que México aspira a llegar por lo menos a la fase de los ocho mejores.
“Prefiero intentarlo que quedarme con la duda de qué hubiera pasado”, escribió hace unas horas en sus redes sociales.