Fluminense conquistó este sábado la anhelada primera Copa Libertadores de su historia en el legendario Maracaná al imponerse 2-1 en la final sobre Boca Juniors, que revivió, como hace cinco años en el Bernabéu, la frustración de perder el partido cumbre por el cetro de América.
Los delanteros Germán Cano, a los 35 minutos, y John Kennedy, a los 98 en la prórroga, marcaron los goles para la victoria del Tricolor carioca. El peruano Luis Advíncula se encargó del empate parcial a los 71.
El título hace honor a la campaña del Flu en la edición 2023, en la que hizo visible un futbol ofensivo casi comparado con el tradicional 'jogo bonito' brasileño, y que catapultó a Fernando Diniz a la Seleção como entrenador interino.
Para Boca la derrota es un durísimo golpe en su obsesión por alcanzar el séptimo título de Libertadores. Una segunda final de Copa que pierde desde 2018, cuando su archienemigo River Plate le infligió la peor humillación en su historia al derrotarlo en el Santiago Bernabéu.
Las acciones
Fluminense, que dominó un partido en el que el veterano argentino Germán Cano se consagró como goleador del torneo, finalmente se sumó al grupo de clubes brasileños que han ganado la Libertadores y cumplió el sueño que dejó escapar hace 15 años, cuando cayó en la final de la edición de 2008 ante el Liga de Quito ecuatoriano.
La victoria del conjunto carioca no sólo amplió el dominio de Brasil en la Libertadores, ahora campeón en cinco ediciones seguidas tras los dobletes de Flamengo (2019 y 2022) y Palmeiras (2020 y 2021), sino que le impidió a Boca alzar su ansiado séptimo título continental e igualar el récord del Independiente de Avellaneda.
Los primeros minutos del partido fueron de total dominio del Fluminense, que, en casa y con un juego envolvente y de pases largos y cortos, se fue totalmente al ataque y prácticamente no dejó al Boca pasar del medio de la cancha.
Los ataques del conjunto brasileño por la izquierda con Arias y por la derecha con Keno juntándose a Mercelo fueron cada vez más peligrosos y obligaron en dos oportunidades seguidas a Advíncula a recurrir a faltas para frenar a Keno.
La primera opción clara del Fluminense se produjo a los 12 minutos, cuando, tras una falta cobrada por Marcelo, Cano cabeceó con peligrosidad pero encontró a Romero bien colocado.
Inmediatamente el Boca, que jugaba replegado, respondió con su primer contragolpe y Merentiel consiguió llegar cerca del área y patear, pero Fabio atajó con facilidad.
A los pocos el conjunto xeneize fue equilibrando el partido y comenzó a salir un poco más al ataque, pero con dificultades para definir y con Cavani totalmente aislado.
Fluminense solo cuajó su dominio a los 35 minutos luego de una jugada por la derecha con Arias y Keno, que lanzó el balón dentro del área para que Cano abriera el marcador, anotara su decimotercer gol en la Libertadores y se confirmara como goleador del torneo.
Con la ventaja parcial, el tricolor de Río mantuvo el dominio pero sin tanta ansiedad y administró los últimos minutos del primer tiempo con intercambios de pases.
Pese a que los Xeneizes intentaron reaccionar al comienzo del segundo tiempo y generaron más oportunidades, principalmente con Merentiel, el Fluminense por poco amplía a los 54 minutos tras una jugada en que Arias y Keno volvieron a buscar a Cano pero se les anticipó Romero.
A los pocos el Fluminense fue retomando el control del partido pero el Boca no renunció al intento de empatar.
En una de las ofensivas de los porteños, el conjunto brasileño le dio mucho espacio y el peruano Advíncula, con un fuerte disparo desde fuera del área, empató el partido a los 71 minutos.
Tras el empate, el partido perdió un poco de ritmo e intensidad, incluso porque los entrenadores hicieron varias modificaciones pensando en una posible prórroga, aunque la entrada del juvenil John Kennedy le dio un poco más de poder ofensivo al Fluminense.
En el primer tiempo de la prórroga el partido se jugó más en el centro de la cancha, con ambos equipos turnándose el dominio, y sin muchas finalizaciones. Pero cuando Boca parecía más interesado en definir en los penaltis, John Kennedy aprovechó un ataque del Fluminense para, tras una jugada de Barbosa y Keno, anotar el gol del título.
El juvenil, sin embargo, se excedió en la celebración con los hinchas al quitarse la camisa y terminó expulsado.
El argentino Fabra igualmente fue expulsado por un agresión a Nino confirmada por el VAR y, con igualdad de jugadores en la cancha, el Flu prefirió no arriesgar en el segundo tiempo de la prórroga y administrar la ventaja que le daba el título, aunque Guga por poco marca el definitivo en un contragolpe.