La imagen de André-Pierre Gignac con un sombrero charro en el aeropuerto Mariano Escobedo cumple hoy cinco años, justo a las 11:50 horas. Dédé sin saber llegó a conquistar tierras extranjeras, como Napoleón hace dos siglos.
André y el militar tienen poco en común. Gignac nació en Martigues, mientras que Napoleón en Ajaccio, del otro lado del Mar Mediterráneo, pero ambos construyeron reinos. “Fíjate que André ha rendido mucho, vino a conquistar el futbol, no nada más de Monterrey sino del futbol mexicano”, ponderó Juan Manuel Azuara a ESTO. El Abuelo tiene el acento regio demasiado marcado.
Norteño sin duda. Azuara es de otra época, la de los Tigres de Carlos Miloc. Años gloriosos, pero sabe dimensionar lo que André ha hecho: “Han llegado muchos jugadores buenos a Tigres, a mí me tocó jugar al lado de Tomás Boy, Gerónimo Barbadillo, vinieron más, pero Gignac en la actualidad es un jugador emblemático del futbol mexicano”, insistió.
Juan Manuel fue goleador, está entre los mejores delanteros felinos de la historia, pero André vino a reescribir todo: “Gignac está rompiendo todas las marcas, tiene más de cien de goles, me rebasó a mí, a todos no hay manera de compararlo con otro jugador, vino a conquistar el futbol mexicano en poco tiempo”, repitió.
El Abuelo no los comparó, pero el galo entró en un selecto grupo: “Hay jugadores muy buenos, Cabinho era de mi época, es difícil que alguien anote los mismos goles 126 que él, creo que metió 400 algo así, luego está Pepe Cardozo, un fenómeno, son épocas diferentes, todas son para disfrutarlas. André es un emblema”, destacó.
Gignac nació para marcar, la red le teme. Y eso “que el Tuca es defensivo, eso dicen, imagínate si no lo fuera”, bromeó.