Hristo Stoichkov daba la idea de estar siempre cuando se le necesitara. Había dos facetas que el delantero búlgaro sabía cumplir a la perfección. La primera estaba en la cancha. Cuando el balón atravesaba el área y parecía condenado a perderse por la línea lateral, llegaba Stoichkov desde la izquierda para mandar el balón al fondo. Lo mismo pasaba cuando se internaba en el área, como un nueve puro que define al toque, o si la jugada lo ameritaba, era capaz de conducir a velocidad varios metros hasta definir con una zurda más sutil que embravecida.
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La segunda tenía que ver con la fuerza de su espíritu. Stoichkov jugó siete temporadas en el Barcelona, tiempo suficiente para desarrollar eso a lo que le llaman “el amor por los colores”. Identificado como pocos con la identidad catalana, el jugador solía encender los ánimos de los aficionados con sus declaraciones. Cuando el búlgaro anotaba, corría hacia la grada con el puño en alto, la afición respondía con el aplauso que se brinda al jugador comprometido.
“Estar en el Barcelona es algo importante para nosotros, como futbolistas y como personas, algo que siempre sueñas cuando niño, que algún día puedes estar ahí. Una vez estando, ya sabes que eres jugador de Barcelona, ya sabes que estás en Cataluña, la gente, el cariño que hay. Barcelona es mucho más que un equipo, es mucho más que un jugador, porque es una masa social, y eso no hay dinero que lo pueda comprar. Tú tienes que saber valorar todo lo que significa Barcelona, yo lo siento muy dentro, muy profundo, porque jamás olvidaré mis pasos. Estoy en deuda con Barcelona, porque todo lo que me ha dado yo no lo puedo devolver, poco a poco intento hacerlo de la mejor manera”, cuenta Stoichkov.
El goleador búlgaro llegó al Barcelona por la expresa petición de Johan Cruyff. Eran los albores de la década de los noventa. El técnico holandés, mientras dirigía la práctica sentado en un balón, ya imaginaba lo que podía hacer Stoichkov dentro de un equipo que al final terminó por ganarlo todo, con la primera Copa de Europa como la madre de todas las victorias.
“Con la llegada de Johan Cruyff en el año 1988, se comienzan a construir algunas cosas con sus ideas, pero ojo, Barcelona tiene una historia muy grande, antes del míster. Claro, cuando ya empiezas a poner las primeras piedras en el futbol base. Este equipo terminó de construirse cuando llegó el míster, el Dream Team, con jugadores nacionales y tres extranjeros que eran su arma letal. Ronald Koeman, Michael Laudrup y yo. Éramos tres extranjeros, era mucho más fácil que nosotros nos adaptáramos a este grupo, un grupo maravilloso, porque la primera Copa de Europa siempre será la primera Copa de Europa, las cuatro Ligas siempre serán cuatro Ligas, rompiendo el hielo de los merengues”.
Al Barcelona de Cruyff se le recuerda por sus formas, aunque los resultados no estuvieron alejados del brillo de su juego. Entre otras cosas, el equipo de los sueños logró imponer su dominio sobre el Real Madrid, el rival político y deportivo por decreto.
“Muchos años el Real Madrid ganaba la Liga, y ganaba títulos, llega este momento que se rompe el hielo. Pensamos, ellos tienen algo que nosotros no tenemos, y ahí es donde nosotros les demostramos que éramos mejores que ellos. Durante cuatro años nunca habían tenido tanto tiempo sin ser campeones, nosotros rompimos esta barrera con un gran grupo, con un trabajo genial donde cada uno sabía lo que tenía que hacer. Contra el Real Madrid era un partido en el que daba igual cómo, pero había que ganarlo, porque dentro de muchos meses se hablaba de eso”.
MESSI NUNCA SE IRÁ
Hay algo de indescifrable en Messi. Con el pensamiento como gambeta, el futbolista argentino amenazó con su salida. Aunque Stoichkov no se comió el amague: “Messi nunca se ha ido y nunca se irá. Él sabe que lo admiro, es un chico muy humilde, muy poca gente lo conoce como lo conocemos; yo tengo la gran suerte de conocerlo, de hablar muchas veces con él, por teléfono, y de verdad, yo nunca dudé de que Messi se quedaría”.
El Barcelona de estos días transita entre los tiempos ambiguos de una reconstrucción. Con la certeza de que a veces todo urge, Ronald Koeman apela a su leyenda. Stoichkov no tiene dudas, el holandés triunfará en el Barcelona.
“Ronald siempre fue y será un jugador importante, un jugador emblema de Barcelona, no sólo por el gol que metió en Wembley. Ronald para el Barcelona significa muchas cosas: entrega, lucha, compromiso, saber valorar sus pasos cuando era jugador. No estoy preocupado porque lo conozco y sé que va a sacar todo. No le va a temblar el pulso para dejar a algún jugador en el banquillo o incluso ni siquiera llevarlo convocado. Cuando se pierden partidos siempre hay cosas que te dicen por qué se han perdido, él sabe perfectamente por qué se pierde y por qué se gana”.
MÉXICO Y EL BARÇA
El recuerdo de Rafa Márquez se impone en el Camp Nou. Sus salidas impolutas desde lo más profundo del campo fueron su carta de presentación.
“Rafa era extraordinario, a mí me tocó viajar muchos fines de semana para ir a Mónaco a verlo. Para mí, Rafa ha hecho historia, yo creo ningún mexicano va a tener este galardón de tantos títulos que ha ganado Rafa. Es un gran tipo, humilde, extraordinario, que sabe valorar sus pasos, estoy muy contento de que un mexicano tenga su nombre escrito con letras de oro en la historia del Barcelona. Esto es lo más importante, tú puedes ganar títulos, pero como persona Rafa dejó muchas cosas en Barcelona”, cuenta Stoichkov.
Con la etiqueta de promesa, los hermanos Dos Santos tuvieron su paso por el Barcelona. Más allá del talento, ambos se enfrentaron al poder de una generación que dejaba pocas posibilidades.
“No nos podemos olvidar de Jonathan y de Gio, los conozco de cuando tenían 12 o 13 años. Me tocó entrenar con ellos, tener que jalarles las orejas para que escuchen y que aprendan, y estoy contento de que los dos estén jugando al futbol. Siempre tuvieron mucha presión para jugar en el Barcelona por la calidad de jugadores que había en su momento”, remata Hristo Stoichkov.
LA FRASE
“Los aficionados del Barcelona son exigentes, en momentos críticos te aplauden, pero cuando tú no respondes en el campo, si no defiendes esta camiseta, la gente, de vez en cuando, te tiran de la oreja para saber que el Barcelona es mucho más”.
Hristo Stoichkov
Exdelantero del Barcelona
EL DATO
El delantero búlgaro Hristo Stoichkov tuvo dos etapas con el Barcelona, la primera de 1990 a 1995, y la segunda de 1996 a 1998.
LA CIFRA
162
Goles anotó Stoichkov con el conjunto catalán
SU LEGADO
1 Copa de Europa
1 Recopa de Europa
2 Supercopas de Europa
5 Ligas
2 Copas del Rey
4 Supercopas de España
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