Ligado al futbol, aunque no de una manera tan directa, existe un grupo de trabajadores que depende directamente de lo que suceda semana a semana en los estadios de la Liga MX. Los vendedores de camisetas, ropa, comida, banderas y hasta los revendedores, basan gran parte de sus ingresos en lo que puedan generar los fines de semana que levantan sus puestos en los diferentes escenarios del balompié nacional.
Hoy, que la Liga se encuentra detenida por las medidas para evitar contagios de Coronavirus, la incertidumbre reina entre los comerciantes, quienes anteriormente ya habían experimentado situaciones como esta, tal y como Omar Ramos relató a ESTO.
“Son ya tres sucesos que pasan en donde se ve afectada la economía del comerciante que está ligado directamente a la industria del futbol; uno fue cuando pasó lo de la influenza, después en el terremoto de 2017 y ahora este, donde por medidas precautorias decidieron suspender la Liga”, explicó, al tiempo de agregar que a nivel personal esta es la segunda ocasión que le sucede algo similar, por lo que detalla el tipo de pérdidas que un vendedor sufre.
“Esta es la segunda vez que me pasa, la primera fue la del temblor. Obviamente hay una pérdida económica, pero no sólo es lo perdido o lo invertido para ese partido (América vs Cruz Azul), sino lo acumulado para después, porque hay situaciones, gastos, pagos y uno como comerciante tiene contemplado, por partido, el índice de ingresos fuertes o en los cuales puedes especular, eso sin dejar de considerar que las ventas en el estadio han bajado mucho en cuanto a ganancias; la gente no gasta como antes, el flujo del dinero no es como antes. Puedo asegurar que desde lo del terremoto, a la fecha, todavía seguíamos arrastrando eso sin una recuperación y lo que hemos hecho es resistir”.
El ejemplo más claro del impacto económico para los vendedores fue lo que muchos invirtieron en mercancía para vender durante el Clásico Joven. Y es que, a decir de Omar, lo que los comerciantes pusieron sobre la mesa rondó entre los 10 mil y los 50 mil pesos, mismos que no pudieron siquiera recuperar.
“Puedo decir que las inversiones para este partido, tomando en cuenta testimonios de mis conocidos en este ramo, van desde los 10 mil pesos hasta los 30 o 50 mil pesos. Eso hablando de un comercio informal, sin contar lo que perdió la gente que trabaja directamente en el estadio, como la venta de cerveza, refresco o comida”, comentó.
Lo que sí dejó claro Ramos fue la importancia de que todos los que se dedican a la venta de productos futboleros tengan otra vía de venta o bien, una fuente de ingresos alterna para aminorar el daño lo más posible.
“La mayoría de los que estamos involucrados en el comercio sabemos que debemos de tener otra actividad económica y no depender únicamente de esto, porque quienes dependen solamente de los partidos se arriesgan a que pasen situaciones como esta, en la que se para todo y se cierran los ingresos. Esto nos va a terminar de afectar aún más de lo que ya estábamos afectados nosotros como comerciantes, que estamos ligados directamente al futbol. Mucha gente ahorita tiene su mercancía parada, otros tenemos la opción de recuperar una parte en ventas por Internet o hay quien tiene locales donde venden todo, pero hay quienes no. Son familias enteras las que dependen del futbol”.
Finalmente, el comerciante compartió su punto de vista en el sentido de la inestabilidad que se avecina para su gremio y la dependencia que tienen de cómo terminen la temporada los equipos de la capital en caso de reanudar el certamen. “Va a haber una inestabilidad económica en el mercado y no sabemos cuánto pueda tardar en recuperarse, si para la Liguilla o ni así, porque dependemos de los resultados de los equipos, en este caso nosotros, que somos de la capital, dependemos de los equipos de aquí, como América, Cruz Azul y Pumas”, sentenció.
LES SOBRAN Y NO LES FALTAN
El Wero, revendedor, compartió con El Diario de los Deportistas cómo es que su modo de ganar dinero se vio impactado.
“Aquí afecta desde que haces las compras en la taquilla. Ahí ya vas perdiendo, porque le tienes que dar a los polis para que te dejen meter, le tienes que dar a los taquilleros, invertir, porque cada boleto vale –por decir- 80 pesos y das 100 para que te vendan 50 o 60 boletos, esos extras ya los pierdes”, relató.
También eventos masivos. “Tenemos boletos atorados de conciertos, como fue lo del Vive Latino, que la gente estaba por pagar mil 500 pesos y terminaron por pagar 600 pesos”, confesó.
En el Clásico Joven: “Cada revendedor puede adquirir hasta 50 o 100 boletos, estamos hablando que el boleto puede ser de 300 pesos y lo das 150 pesos arriba”.