Jennifer Hermoso reitera ante juez que beso de Rubiales no fue consentido

Según fuentes de la Fiscalía, las penas a las que podría exponerse Rubiales van desde una multa hasta los cuatro años de prisión

AFP

  · martes 2 de enero de 2024

Jennifer Hermoso en corte de Madrid. Foto: AFP

La campeona del mundo Jenni Hermoso reiteró el martes ante un juez que el beso forzado que recibió del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, no fue "en ningún momento consentido" y que después sufrió presiones para salir en su defensa.

La internacional, que acaba de fichar por el club mexicano Tigres Femenil, llegó poco antes de las 10h00 (09h00 GMT) a la Audiencia Nacional, en Madrid, con un largo abrigo gris. Sonriente, hizo un breve gesto de saludo a la prensa congregada frente al edificio.

Prevista inicialmente para el 28 de noviembre, la esperada declaración de Hermoso, que denunció a Rubiales en septiembre por el beso forzado que le dio tras la victoria de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda en agosto, fue retrasada por cuestiones de agenda.

"Ya todo queda en manos de la justicia y hasta aquí puedo decir", afirmó la jugadora a la prensa al salir del tribunal.

Ante el juez que investiga el caso, Hermoso reiteró que el beso fue "inesperado" y "en ningún momento consentido", según informaron fuentes judiciales.

La jugadora indicó igualmente que sufrió un "atosigamiento constante" de Rubiales y su entorno en los días posteriores, lo que "alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza", de acuerdo con la misma fuente.

El juez Francisco de Jorge abrió una investigación en septiembre contra Rubiales por los presuntos delitos de "agresión sexual" y "coacciones", también por las supuestas presiones a Hermoso y su entorno.

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Poco después, el magistrado citó al exdirigente declarar como investigado y le impuso como medida cautelar la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la jugadora.

Otras tres personas -entre ellos el exseleccionador de la Roja femenina, Jorge Vilda-, también están siendo investigados por las supuestas presiones.

Tras una reciente reforma del Código Penal español, un beso no consentido puede ser considerado como una agresión sexual, categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual. Según fuentes de la Fiscalía, las penas a las que podría exponerse Rubiales van desde una multa hasta los cuatro años de prisión.