Manchester, Inglaterra.- Acostumbrado a que las noches de Champions League le cieguen y le reduzcan a un equipo del montón, el París Saint Germain tornó su habitual somnolencia en una pesadilla para Manchester United, absorto en un favoritismo que nunca existió, y que cayó 2-0 en la ida de los octavos de final.
El conjunto parisino, llevado de la mano del gran planteamiento de Thomas Tuchel, que cansó y maniató a los Red Devils, dio el golpe sobre la mesa durante el segundo tiempo, que evidenció la mayor competitividad por parte de los visitantes.
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Los goles de Presnel Kimpembe y de Kylian Mbappé dejan la eliminatoria prácticamente decidida, en la que Ole Gunnar Solskjaer, quien vio frenada su racha de 11 partidos invicto, necesitará de su primer milagro como técnico del Manchester United para estar en la siguiente ronda.
Un minuto de aplausos, en homenaje al fallecido delantero Emiliano Sala, dio paso a un primer tiempo en homenaje al juego duro y a la especulación clásica de las eliminatorias a doble partido.
Manchester United, casi sin quererlo, se había impuesto el cartel de favorito ante las bajas de Neymar y Edinson Cavani con las que llegó el París Saint Germain.
Solskjaer y Tuchel posicionaron las fichas sobre el terreno de juego y estas se encargaron de enfrascarse en una batalla que dejó de ser táctica para convertirse en una auténtica guerra de trincheras alejada del futbol.
Cinco amarillas en sólo 34 minutos mostraron la dureza del partido, que tuvo su punto álgido cuando estalló una pequeña trifulca en campo del United. Ashley Young empujó a Ángel Di María, maltratado por Old Trafford por su pasado con el Manchester United, y le estampó contra la valla. El inglés ya tenía amarilla, pero el árbitro miró para otro lado.
El futbol castigó minuto más tarde a los locales, con las lesiones de Anthony Martial y Jesse Lingard.
Tras el descanso, París Saint Germain salió a acrecentar su dominio y comenzó a pinchar en la tantas veces inestable defensiva rival.
Mbappé no pudo aprovechar un remate de cabeza que David De Gea desvió a tiro de esquina, en el que el propio portero se quedó inocente bajo el arco ante la llegada de Kimpembe, quien, al minuto 53, firmó su primer gol como profesional, en 96 encuentros.
Más aún se intensificó la crisis del Manchester United al minuto 60, cuando Young evidenció sus carencias defensivas: Di María llegó hasta la línea de fondo y mandó un balón que Mbappé sólo tuvo que empujar al fondo de la portería para definir el partido, y quién sabe si la eliminatoria, que, si no hubiera sido por David De Gea, habría sido peor para el partido de vuelta, el 6 de marzo, en el Parque de los Príncipes, donde, además, el Manchester United no podrá contar con Pogba, expulsado por doble amarilla, al minuto 89.