Quito, Ecuador.- A la selección argentina solo le queda tomar altura hoy en Quito y vencer a Ecuador para no quedarse fuera de un Mundial por primera vez desde México 1970.
La Albiceleste, dos veces campeona mundial en Argentina 1978 y México 1986, está obligada a triunar en los 2,850 metros de altitud de Quito, para exhalar un suspiro de alivio y suplicar que otros resultados le ayuden para firmar su pase directo a Rusia 2018.
La repesca, contra Nueva Zelanda, prolongará la agonía de Argentina, cuyo último título internacional que conquistó fue en la Copa América de Ecuador 1993.
Argentina, con todo y Lionel Messi, uno de los mejores jugadores del mundo, quedó al borde de la eliminación, tras empatar sin goles en su visita a Perú, el jueves pasado en Buenos Aires. El resultado la hizo descender al sexto lugar, con 25 puntos.
Y lo que le queda por hacer es lo más difícil: ganarle a Ecuador, que, si bien está eliminado, en la octava posición, quiere salvar el honor en su fortín de Quito, en el que suma tres victorias, dos empates y una derrota en la historia de sus partidos contra Argentina.
Con la cosecha de puntos más baja desde que la eliminatoria sudamericana se disputa mediante el sistema de todos contra todos, para el Mundial de Francia 1998, Argentina llegó el domingo a Guayaquil, y sin hacer algarabía se concentró en un exclusivo hotel.
Tan solo un centenar de aficionados ecuatorianos recibió a los dirigidos por Jorge Sampaoli, quienes nuevamente evitaron dar declaraciones a la prensa y tienen previsto subir hoy a la altura de Quito, pocas horas antes del partido clave para sus aspiraciones.
La estrategia es evitar los asfixiantes y agotadores efectos de la altitud, aliada de Ecuador y que le permitió obtener el pase para Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Brasil 2014.
Tras el infortunado empate con Perú, Sampaoli se declaró esperanzado y muy confiado en que su plantel estará en Rusia 2018, para sumar 17 participaciones mundialistas, y Messi, quien aún no levanta la Copa, su cuarta consecutiva.
La Selección de Argentina nunca pudo mantenerse arriba y tuvo tres técnicos en la carrera para el mundial, incluidos Gerardo Martino y Edgardo Bauza.
En esta eliminatoria, ha anotado 16 goles, 22 menos que el líder Brasil, por ahora el único clasificado de Sudamérica; y dos más que Bolivia, el menos productivo.