Liverpool, campeón de la Champions, confirmó este miércoles su supremacía continental al conquistar su cuarta Supercopa de Europa al imponerse en los penales al Chelsea (2-2 tras 120 minutos, 5-4 en penales), merced a la atajada definitiva del arquero español Adrián San Miguel.
El antiguo arquero del West Ham, que hasta hace unas semanas estaba sin equipo y se entrenaba con un club se la sexta división en España, se convirtió en el héroe del partido para el Liverpool al atajar el quinto penal a Tammy Abraham, mientras que su compatriota Kepa Arrizabalaga se quedó sin detener ninguno.
Adrián fue titular ante la baja por lesión del brasileño Alisson Becker.
La última Supercopa europea de Liverpool databa de 2005. Ahora los 'Reds' suman 13 trofeos europeos, cuatro de ellos Supercopas (1977, 2011, 2005 y 2019).
Esta victoria sirve al Liverpool para olvidar la decepción de hace diez días al haber perdido en la Community Shield ante el Manchester City.
Juergen Klop pudo así celebrar de la mejor manera su partido 800 en los banquillos.
En esta primera edición de la Supercopa entre dos clubes ingleses en Estambul, un gol de Sadio Mané (47) permitió a los 'Reds' igualar tras la apertura del marcador por Oliver Giroud (35).
Ya en la prórroga Mané puso el 2-1 y Jorginho mandó el partido a los penales.
Otra de las protagonistas del partido fue la árbitro francesa Stephanie Frappart, primera mujer en dirigir un partido masculino en la élite, quien decretó un penal de Adrián sobre Abraham en la prórroga que llevó a la resolución desde los once metros.
El Liverpool gozó de buenas ocasiones al inicio, pero el club de Londres no perdonó la suya en botas de Giroud, máximo realizador de la pasada edición de la Europa League, quien superó a Adrián tras un pase al hueco de Christian Pulisic.