La rivalidad entre Pumas y Chivas ha venido a más en los últimos años. Uno de los actos que simbolizan el crecimiento de la rivalidad entre estos dos grandes del futbol mexicano es aquella final de 2004, en la que los universitarios despacharon al Rebaño Sagrado en penales. De ahí nace el polémico “Gatitos ni madres”, lema adoptado por el pueblo azul y oro. Si alguien sabe lo que es jugar y ganarle al Guadalajara, ese es Bruno Marioni, ahora técnico felino. Como jugador también vistió la casaca rojinegra, de ahí que el enfrentamiento contra los rojiblancos es un Clásico directo para “Barullo”, de esos que definitivamente no se pueden perder.
“Cada enfrentamiento con Chivas tiene sabor especial, es un Clásico”, asegura el timonel argentino, mientras rememora su etapa como futbolista.
“Además de lo que representa, brinda un extra, porque le ganamos una final después de 13 años, en los que Pumas no podía salir campeón”, externa en entrevista exclusiva con el Diario de los Deportistas.
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Gracias a los buenos momentos vividos frente a Chivas, Bruno jamás vería como un partido más la contienda frente al Guadalajara, mucho menos ahora que ha vuelto a vestir los colores azul y oro, en su etapa como entrenador. El argentino repasa las múltiples razones que convierten la batalla del próximo domingo en una contienda imperdible, y entre los innumerables ingredientes surge Chivas, como su primer adversario en su etapa como estratega, justo en el debut al mando de Venados de Mérida.
“Me tocó enfrentarlos con los Pumas y Atlas, dos rivales que son Clásicos; también me medí y les marqué con Toluca. Hay condimentos de sobra para sentirlo como un partido especial. Desde el estadio, la previa y todo lo que acontece después. Es uno de los tantos clásicos del país, y uno de los más recientes”, añade Marioni, quien se especializa en hacerle “Barullo” al chiverío.
Además de los tres puntos que se disputan, en la cancha se vivirá uno de los duelos de canteras más atractivos en la actualidad. Aunque el ataque de Pumas depende de extranjeros, su columna vertebral se sostiene gracias a canteranos como Andrés Iniestra y Alan Mozo.
Por su parte, los pupilos de José Saturnino Cardozo dependen de la experiencia de su base nacional, a la que se suman juveniles que prometen. Ante esto, Bruno sabe que deberán hacer un partido perfecto si pretenden salir con los tres puntos, con tal de mantener viva la esperanza de Liguilla.
“Espero que Pumas sea el vencedor (del choque de canteras). Tenemos que hacer un buen partido para nuestras aspiraciones. Hay un equipo joven con mucha calidad y varios elementos de casa. Nos enfrentaremos a una institución con una calidad importante, a la par de su inversión. Ellos también saben llevar a sus menores. Será un duelo bastante interesante y atractivo”, asegura emocionado el técnico felino, a la espera de que ya sea domingo al mediodía en el estadio Olímpico Universitario.
En total, Bruno suma 10 goles frente a Chivas, los cuales suele presumir con agrado. El “Barullo” que le ha causado múltiples dolores de cabeza al empresario Jorge Vergara. En cada club que militó, el pampero siempre “vacunó” a los tapatíos. La idea es conservar dicha inercia, ahora desde el banquillo, justo en el momento que su escuadra más lo necesita.