México no despierta de su pesadilla, todo lo contrario, viejos fantasmas que estaban congelados regresaron, el “dous a cero” que tanto le cala a los mexicanos retumbó en cada rincón del TQL Stadium. Los golpes que le da Estados Unidos al Tricolor son cada vez más dolorosos.
El país de las barras y las estrellas superó por tercera vez en el año a los aztecas, ganar es normal para ellos, es la realidad. Los norteamericanos metieron al Tricolor a un clima gélido y les resultó, la sangre se les enfrío a los mexicanos. Un 2-0 que duele y enfada.
Estados Unidos escaló al primer lugar del octagonal y dejaron a merced a los verdes para que Canadá haga lo mismo y provoque que México descienda más lugares. Oh my god!
El Tricolor inició bien, hubo acciones en el área, pero la falta de contundencia es su pecado. Los locales fueron acorralados, sin embargo, supieron herir. Christian Pulisic salió de la banca y como héroe abrió la cuenta. El nuevo Capitán América provocó el delirio de los asistentes, los estadounidenses fueron más.
Antes de todo eso Edson Álvarez con un tiro colocado provocó la primera estirada de Zack Steffen, el jugador del Ajax estuvo cerca de abrir el marcador, México estuvo encima.
Estados Unidos contestó de la misma forma, ataques feroces de Timothy Weah y de Yumus Musah, pero los reflectores estuvieron encima de Ricardo Pepi, la actual sensación estadounidense de padres mexicanos.
El sacrificio no se puede reprochar, esa siempre está, la enemistad deportiva entre Estados Unidos y México es eterna.
El Tricolor tuvo un lapso superior, Hirving Lozano tomó las riendas del grupo, el Chucky pateó, Zack Steffen le sacó su disparo, luego le puso un pase milimétrico al Tecatito Corona, Jesús Manuel llegó sin marca, pero no le pegó con fuerza al balón, el jugador del Porto no despierta de su letargo, la calidad del Tecatito no se discute, sin embargo, está en un bache notorio.
México no aprovechó sus ocasiones, luego fue turno de Estados Unidos para atacar. Pepi, Musah y Weston McKennie pisaron el área.
Héctor Herrera se molestó y agitó los brazos como reproche. La tregua fue para intercambiar palabras y regresar al campo para cambiar el rumbo del juego.
Los pies siguieron entumidos, pero la sangre se calentó, el empate provocó una lluvia de tarjetas amarillas.
El empate sin anotaciones estaba en el aire, pero sus últimos ataques fueron letales. Christian Pulisic necesitó pocos minutos para poner el 1-0. México bajó su escudo y enseguida cayó el tanto de Weston McKennie. Las malas marcas en el área fueron notorias. Jesús Gallardo y Cata Domínguez fallaron. México no aprende la lección.
Martino vació su banca en busca de un milagro, pero el tiempo se le agotó. Estados Unidos se quedó con el orgullo y el primer lugar de la eliminatoria.
TE RECOMENDAMOS EL PODCAST ⬇️
Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music