Pasadena.- México trituró, destrozó a Cuba y saborea su pase a la siguiente fase.

El Tricolor no tuvo compasión, dejó a un lado la sutileza y le pasó por encima al cuadro caribeño.

Uriel Antuna, de rebote, entró a la convocatoria y el destino le tuvo preparada una noche mágica. El atacante del Galaxy logró un hat-trick histórico en el Rose Bowl. Las rosas fueron para él.

Raúl Jiménez en dos ocasiones hizo más abultado el marcador, Diego Reyes, con un tanto fácil, cooperó con el festín. Alexis Vega también.

Cuba, sin su figura y con los uniformes recién desempacados, vivió una noche para a el olvido, de auténtica pesadilla.

México arrancó a paso de gigante y se enfoca en Canadá. El país de la Hoja de Maple goleó, dejó un grato sabor de boca y es un rival de otro calibre para los verdes.

La siguiente parada es en Denver.

Diego Reyes y Raúl Jiménez, ambos con la cabeza, estuvieron cerca de incrementar la ventaja, la suerte no los acompañó.

Jesús Gallardo y Luis Rodríguez, por las bandas, tuvieron facilidad para subir. Nadie los detuvo.

El tiro al blanco no se detuvo, Andrés Guardado con un tiro raso se quedó cerca de marcar. El capitán quiso herir.

México atacó, apretó y a pesar de que el segundo tardó, Raúl Jiménez, con mucha facilidad, incrementó la cuenta.

Ese segundo tanto derrumbó el ánimo de los caribeños, Diego Reyes en el siguiente ataque, también derivado de un error de Cuba, anotó el tercero.

Ochoa, Araujo y Salcedo tuvieron un juego tranquilo, Cuba nunca los inquietó. Gallardo y Rodríguez, atacaron más de lo que retrocedieron.

Antes de ir al descanso, Uriel Antuna volvió a levantar la mano e incrementó la humillación. Cuba no tuvo cómo parar la masacre. Así, con todo finiquitado, vino un respiro. Al regresar al campo México disminuyó la intensidad, pero el peligro se mantuvo en la portería cubana.

El Tricolor, sin tanta fuerza, encontró espacios, Guardado, de lejos estuvo cerca de marcar. El cuadro verde no se detuvo y Raúl Jiménez, de gran manera individual, acribilló de nuevo.

Ya con todo finiquitado, Martino decidió mover a sus piezas. Orbelín tomó el sitio del “Piojo” Alvarado.

Casi enseguida, el “Tata” le abrió espacio a Alexis Vega. Gerardo intentó que el delantero del chiverío se sacudiera la presión. Cuba, con un autogol que se invalidó por fuera de lugar, mostró que estaba rendido. Vega, sin marca y con calma, aumentó la numerosa cuenta.

Martino quemó su último cambio con el ingreso de César Montes. El colofón del juego arrojó un tanto más, Antuna, la figura en el Rose Bowl, logró su hat-trick.