Aguascalientes.- Primero fue en los cuartos de final del Clausura y ahora en semifinales del Apertura 2019. Monterrey se la volvió a aplicar a un Necaxa que fue incapaz de marcar un gol en su patio.
Los Rayados ganaron la vuelta por la mínima en el agregado, un 3 a 1 global, con el que ahora esperan cómodamente rival para la final, ya sea Monarcas Morelia o las Águilas del América, lo que es un hecho es que la lucha por la copa comenzará en el majestuoso “Gigante de Acero”.
EL JUEGO
Necaxa requería gol, hacer detonar ese arsenal ofensivo que durante la campaña regular registró más de 30 dianas, el tercer mejor ataque de la liga sólo por debajo de Santos y León, por ello que Memo Vázquez apostó por un hombre de desequilibrio como el ecuatoriano Mercado, quien junto al chileno Delgado y Angulo, lucieron punzantes cada vez que tomaron de frente a los laterales de Monterrey.
Del otro lado, “El Turco” no le movió nada, con Janssen en el eje del ataque ante la ausencia de Funes Mori y Medina tirado de lateral derecho, ya que Layún no pudo estar al cien para ser considerado de inicio; sin embargo, hacia el cierre de la primera mitad, la lesión del holandés Janssen generó que Mohamed mandara al campo a Rogelio Funes Mori, otro que por lesión se había perdido minutos en esta liguilla.
Los Rayos tomaron la iniciativa, se recargaron por el costado de Mercado y así fueron taladrando el cerrojo de los regios que de momento estaba rechazando con relativa facilidad cualquier envío aéreo que generaba la escuadra aguascalentense.
Pero la visita, a pesar de priorizar su estabilidad en el cuadro bajo, tuvo latigazos que inquietaron la cabaña defendida por Hugo González, uno de ellos incluso acabó con la pelota en el fondo de las redes, aunque el central del juego César Arturo Ramos, terminó por invalidar la anotación de Gallardo que había arrancado en posición adelantada.
Al arranque del complemento Necaxa no tuvo de otra más que adelantar líneas, ya había dejado escapar 45 minutos y la eliminatoria se le iba de las manos. Maxi Salas se convirtió en la primera modificación de Memo Vázquez y más tarde se vino Lalo Herrera, de tal forma que los Rayos se volcaban al frente para buscar ese tanto que los enviara a la final.
Monterrey sacó el oficio, el colmillo y todo lo que tuvo a la mano para que el compromiso se diluyera sin tanto agobio en su territorio. Los pupilos de Mohamed fueron cerebrales y fríos para replegarse en el fondo, todavía más cuando González entró para reforzar las labores de recuperación de la pelota en medio campo y Layún para agregar un hombre más a la línea defensiva que pasó de cuatro a cinco integrantes.
Gallardo y Vangioni la tuvieron de frente a González, pero fallaron, los Rayos presionaron en la agonía, lo intentaron, dejaron una en el palo y luego Funes Mori los remató. Habrá final navideña, Monterrey, el octavo de la tabla, va por el campeonato de la mano de un hombre que vino a enderezar la nave: Antonio Mohamed.