Miles de mujeres iraníes, ondeando banderas y tomándose selfis, asistieron libremente a un partido de futbol por primera vez en décadas, después de que la FIFA amenazara con suspender al país por las controvertidas restricciones a los estadios.
Aficionadas entusiasmadas colocaron la bandera nacional de color verde, blanco y rojo sobre sus hombros y su cabello mientras entraban por una pequeña sección del estadio Azadi de Teherán, con aforo para 100 mil espectadores.
Algunas se pusieron gorros por encima del velo y pintaron sus rostros con los colores de la bandera, con ocasión del partido de clasificación Irán-Camboya para el Mundial de 2022.
Sus sonrisas evidenciaban un día glorioso para las mujeres iraníes, incluso antes de que comenzara el encuentro. Y un gran estruendo estallaba en la grada femenina con cada gol marcado por el equipo nacional.
Hacia la mitad del segundo tiempo, Irán lideraba por 9 goles a 0.
Durante casi 40 años, la República Islámica prohibió a las mujeres la entrada a los estadios de futbol y de otros deportes. Los clérigos argumentaban que las mujeres deben ser protegidas de la atmósfera masculina y de la vista de hombres medio vestidos.
El mes pasado, la Federación Internacional de Futbol (FIFA) ordenó a Irán permitir el acceso de mujeres a los estadios sin restricciones y en cantidades determinadas por la demanda de localidades.
'Mujeres de la libertad'
Esta decisión fue motivada tras la trágica muerte de Sahar Khodayari, quien se prendió fuego el mes pasado frente a un tribunal por miedo a ser encarcelada por intentar asistir a un partido.
Conocida como "la chica de azul" por los colores de su equipo, el Esteghlal FC, había sido detenida el año pasado cuando intentó acudir a un estadio vestida de hombre.
Su muerte causó una gran conmoción, y muchas voces pidieron la suspensión de Irán y el boicot a partidos.
Unas 4.500 mujeres lograron conseguir entradas para el partido del jueves, al que acudieron unos pocos espectadores, 10 mil en total.