El trajín se acabó para la Liga MX. No hay mañana. Monterrey y Tigres juegan el último choque del Apertura 2017 en búsqueda de un título que seguramente se apuntará en la historia, pero que será lo menos importante.
Es ahí donde la idiosincrasia del regio tomará todo el país. El orgullo está en juego en un choque que seguramente será espectacular por la capacidad de ambos.
Se trata de lo mejor. La mejor delantera, la zaga más sólida y sus secundarios. No por nada fueron en primero y segundo de la tabla general.
Rayados saltará al BBVA Bancomer con una cierta ventaja. El Gigante de Acero seguramente se pintará de albiazul y uno que otro puntito amarillo no les harán sombra. La fiesta en Guadalupe está asegurada. El lleno será total y solamente las horas separarán un nuevo duelo entre los equipos de Monterrey.
Tigres arribará con la conciencia de que los goles de visitante no contarán y con su explosivo ataque que en cierto momento fue anulado en el juego de ida. La UANL presumirá su garra y entrega con una mente maestra en el banquillo. Ricardo Ferretti continuará con su legendaria carrera y un campeonato seguramente lo catapultaría como el mejor entrenador de todos los tiempos, pese a que a muchos no les guste su estilo.
Es ahí donde la esperanza de Antonio Mohamed se convierte en la mejor solución para frenar al “Tuca”. Acompañado por el alma de su hijo Faryd (representado en la banca con un rosario), la ilusión de consagrarse nuevamente en la Liga MX crecerá.
Los dos mejores planteles del campeonato están listos y para ello, un “Guerrero” fue elegido para impartir justicia. Fernando Guerrero, otro que robó la liga con sus buenas actuaciones, será el encargado de llevar a buen fin el choque como el árbitro central.
La hora llegó para ambos. Rayados y Tigres no tienen mañana. Hoy no solamente la ciudad de Monterrey se dividirá, sino todas las miradas del país estarán puestas en el que se presume es el Clásico más apasionante de México. ¡Que ruede el balón!