Con todas las ligas europeas paralizadas, salvo la de Bielorrusia, y con el panorama de completa incertidumbre que ha generado la pandemia del coronavirus, la UEFA quiere escuchar a sus 55 asociaciones y debatir con ellas sobre los escenarios posibles ante un hipotética reanudación de las competiciones.
Este miércoles los secretarios generales de cada federación están invitados para exponer cuál es la situación de su respectivo país. Todos podrán constatar datos pero no concretar cuál será el desenlace de la temporada en sus países, ni si los calendarios se estirarán hasta verano o más allá para poder finalizar los campeonatos.
Esta última opción es la deseada por federaciones como la Española o la Francesa, aunque los tiempos ahora los marca la enfermedad y su expansión hasta paralizar la actividad en el mundo del fútbol prácticamente en su totalidad.
Con este panorama los grupos de trabajo que la UEFA creó tras el aplazamiento de la Eurocopa han mantenido dos encuentros para empezar a valorar posibles escenarios y nada es descartable, aunque el deseo mayoritario es que la temporada se pueda completar.
Reanudar a mediados de mayo, en junio o a finales de este mes, es la opción principal y de no ser posible la temporada podría darse por concluida.
Pero tampoco se puede descartar la opción de que la campaña actual se complete cuando debía empezar la próxima y que ésta a su vez retrase su comienzo. De ser así habría que regular la situación de los jugadores con contratos que expiran el 30 de junio próximo.
Hipotéticos calendarios y modificaciones normativas para hacer frente al perjuicio económico de esta situación centrarán un debate mientras clubes modestos y grandes capean la situación a base de ERTEs y hay ligas que sopesan una aplicación de esta medida de forma generalizada. La italiana lo ha expresado abiertamente.
Ante la situación excepcional la UEFA ya ha resuelto que los clubes dispongan de un mes más para demostrar que no tienen deudas aplazadas.
Según el Reglamento de licencias de clubes y juego limpio financiero, los equipos debían cumplir este requisito hoy 31 de marzo pero con esta posibilidad el plazo para hacerlo se pospone de esa fecha al 30 de abril de 2020.
La puesta en común de este miércoles, por videoconferencia, será un paso más del fútbol europeo con la UEFA al frente en busca de algo de claridad dentro de la opacidad del escenario actual.
La UEFA ya ha sacrificado su «preciada» Eurocopa, aplazada doce meses para dejar espacio, si es posible, a la finalización de a las competiciones domésticas y también para la conclusión de la Liga de Campeones y la Liga Europa.
Las dos están en el aire. Sin completar los partidos de vuelta de octavos de final y sus finales previstas para el 30 de mayo en Estambul la primera y tres días antes, el 27, en Gdansk (Polonia) la segunda. El formato de final a cuatro puede ser una opción.
La final de la «Champions» femenina el 24 de mayo en Viena también está pendiente, como las últimas eliminatorias de clasificación para la Eurocopa que debían haberse resuelto este mes.
El fútbol quiere volver a jugar y quiere hacerlo con todos sus componentes, principalmente el público, pero la máxima de salvaguardar la salud y evitar los riesgos prevalece sobre cualquier otra junto al mensaje de la solidaridad y la comprensión mutua de todas las partes, ahora más necesarias que nunca.
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