Luego de la sorpresiva eliminación del Manchester City este lunes de la FA Cup ante el Wigan, equipo de tercera división, los ánimos se caldearon tras el pitido final.
La euforia de los aficionados del Wigan, los llevaron a invadir la cancha en cuanto terminó el partido para celebrar el triunfo, y en el camino, los “citizens” que aún permanecían en la cancha, se cruzaron con los hinchas, que entre burlas, provocaron a los jugadores.
Uno de los que cayó en la trampa fue el argentino Sergio Agüero, que ante la impotencia, tiró un par de golpes antes de ser separado y llevado a vestidores con el coraje.
Se espera que la Liga Premier investigue el caso y le dé una fuerte sanción al delantero.