Como dijo el nayarita Amado Nervo: “En vida, hermano”. Si hay algo que al maestro Eloy Cavazos hace feliz, es que sigue siendo reconocido en vida. Y como no iba a ser, pues coincidimos en que los homenajes póstumos son muy ingratos. Todo lo que haya que decirle a una persona es en vida, así que, todo lo que tengamos que homenajear al torero de Puerta Grande, que vaya siendo de una vez, ya luego el maestro, les aseguro, no creo que se vaya a enterar.

Tlaxcala, tierra de toros bravos que brotan para donde quiera que uno voltee; ahí, donde se forjan los toreros de raza indomable, de carácter férreo y temeridad a prueba de fuego. Es ahí, en el territorio de grandes figuras y históricas, donde el maestro originario de Monterrey, Eloy Cavazos, ha sido homenajeado como solo este “Pequeño Gigante” lo merece.

Hilda Tenorio lista para volver y mostrar su calidad en los ruedos

La ciudad tlaxcalteca amaneció con una nueva calle, nueva porque desde hoy lleva el nombre de “Eloy Cavazos”; así fue bautizada por las autoridades locales, para dejar prueba de este gran matador de toros nacido en Ciudad Guadalupe, Nuevo León y que ha puesto el toreo mexicano en lo más alto del mundo taurino. Su nombre ha quedado inmortalizado en letras de oro en la brega de Tlaxcala, como un recordatorio de los grandes toreros mexicanos.

De igual forma el matador recibió las Llaves de la Ciudad, nuevo un huésped distinguido de Tlaxcala que siempre tendrá las puertas abiertas y que será recibido como torero de casa, por que Eloy es de todos lados, de todos los mundos taurinos, de aquí y de allá.

Por sus años de trayectoria dentro y fuera de los ruedos, por ser ejemplo vivo de la disciplina, hijo, esposo, padre y abuelo ejemplar; amigo de los amigos y como no iba a serlo del pueblo tlaxcalteca, en conmemoración por el 494 Aniversario de la fundación de la Ciudad de Tlaxcala, el H. Ayuntamiento entregó al matador Eloy Cavazos las Llaves de la Ciudad. Acto que sin ninguna duda hermanó a dos tierras, ya que entregaron el galardón las presidentas municipales, Anabel Ávalos y Cristina Díaz Salazar, de Tlaxcala y Ciudad Guadalupe, Nuevo León, respectivamente.

Dos ciudades unidas por un torero, esto es la grandeza del toreo. Amistad y respeto, tributo a la figura del toreo que enarbola la bandera de la tauromaquia, un estandarte que no tiene colores, por que los toreros son universales.

El maestro, como es su costumbre, agradeció primeramente al toro bravo, “ya que sin este hermoso animal yo no habría podido llegar a este momento. Quiero agradecer a las autoridades de Tlaxcala por las Llaves de la Ciudad y por ponerle mi nombre a una calle”, palabras llenas de emoción del regiomontano.

En el acto el matador Cavazos no estuvo solo, me refiero a que muchos de sus compañeros de brega le acompañaron, matadores de la región como Uriel Moreno el “Zapata”, José Luis Angelino, ahijados de Eloy, ya que fue su padrino de alternativa de ambos; también, hay que decirlo, estuvieron presentes novilleros y alumnos de la escuela taurina.

“Estoy de acuerdo con todos los homenajes en vida -aseveró el torero de Puerta Grande- pues cuando una ‘palma’ ya no está bien. En nombre de mi esposa, mis hijos y mis nietos les damos las gracias”, apuntó el matador luego de la ceremonia.

No se quedó con las ganas de conocer su calle y allá fue el matador, “aunque traigo zapatos prestados” -dijo en broma- “quiero ir a conocer esta calle. Es una satisfacción tan hermosa tener mi nombre en una ciudad tan taurina como Tlaxcala, que llevaré en mi corazón”, concluyó.