Los Nets hicieron valer su mejor juego en la Ciudad de México.
Brooklyn llegaba como víctima y con gran defensiva se impusieron 100-95 al Thunder de Oklahoma, en el primer choque de la doble tanda de los NBA Global Games 2017 en la Arena Ciudad de México.
El recinto capitalino volvió a vivir una atmósfera inolvidable. Disfrutaron de una batalla hasta los últimos segundos, y donde al igual que el año pasado, con el triunfo de los Suns, el equipo débil salió con la mano arriba.
Ahora serán los mismos Nets, los que repetirán en la cartelera del sábado, aunque enfrente tendrán al Heat de Miami.
El partido número 25 de la NBA en el país cumplió con las expectativas de todas las partes involucradas.
EL JUEGO
Para deleite de los más de 20 mil espectadores que presenciaron el duelo entre Brooklyn y Oklahoma, en la duela hubo menos diferencia de la que se presupuestaba para este partido.
En parte se debió al constante apoyo del público que no quería ver un duelo de un solo lado, y por otra, a la baja por lesión de Paul George. Uno de los integrantes del “Big-Tree” se vio obligado a quedarse con las ganas de participar y tuvo que ver a sus compañeros desde el banquillo. Los Nets también lamentaron la ausencia de D’Angelo Russell, pero lejos está de tener el mismo impacto.
Precisamente fue la escuadra del “Salvaje Oeste” la encargada de imponer condiciones durante la primera parte. Condicionado por la altura de la CDMX, el coach Billy Donovan utilizó al máximo las rotaciones para darles respiro a sus jugadores, inclusive sentó durante grandes lapsos a Russell Westbrook y Carmelo Anthony, sus otras dos grandes estrellas en la NBA.
Tanto Westbrook como Carmelo lucieron erráticos de larga distancia, fallaron muchos más intentos de los que convirtieron, pero su defensiva los sacaba a flote ante unos Nets que no se veían cómodos. Con parciales de 33-20 muy disputado cada punto, Oklahoma se fue al descanso con nueve puntos de diferencia.
Para el complemento, al menos durante los primeros diez minutos del primer cuarto, el dominio se invirtió de lado. Fueron los locales, aunque de forma administrativa, los que empezaron a agarrar ritmo con puntos en la pintura. Zeller y Hollis-Jefferson empezaron a cargar con su ofensiva hasta darle la vuelta al marcador del partido.
Ya en el último episodio, el MVP salió a escena. Y lo hizo a su más puro estilo. Mientras en las gradas retumbaba con gran fuerza el grito de ¡MVP, MVP!, Westbrook se enchufó en la duelo con penetraciones y tiros de larga distancia, pero fue ahí cuando apareció el verdugo de Oklahoma. Spencer Dinwiddie anotó sus tres canastas de la noche, además de defender con solvencia a Westbrook en las últimas series.
Al igual que el año pasado con el sorpresivo triunfo de Phoenix ante San Antonio, se demostró que en la NBA no hay rival pequeño.
Pese a la derrota, Westbrook fue el máximo anotador del partido con 31 unidades, que acompañaron a sus ocho rebotes y seis asistencias. Por la causa ganadora, el suplente LeVert fue el más activo al ataque con 21 tantos anotados a su causa.