Fue tejiendo sus ilusiones, tras las caídas que tuvo. Ideas esperanzadoras florecían en cada renacer para la pentatleta Mariana Arceo, hasta conseguir el boleto de lo que serán sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio 2020.
La ahora nominada al Premio Nacional del Deporte, señaló que afortunadamente le llegó una mejor temporada que supo aprovechar para conquistar los logros soñados.
“Gracias a mis dos medallas de oro históricas -Mundial y Juegos Panamericanos de Lima 2019- he vuelto a creer que todo es posible. Y el PND es el reconocimiento al trabajo de doce años que he llevado a cabo. Ojalá sea la ganadora porque llegaría en el mejor momento de mi carrera, después de todo lo que pasé”, dijo.
Mariana estuvo un tiempo sin entrenador, sin apoyos, lo cual la había desanimado a seguir en el pentatlón y dedicarse a su profesión de estilista.
“Fue fuerte para mí, con personas malas que me estuvieron bloqueando, pero después llegaron otras que vieron mi situación y me hicieron valorar las cosas que ahora tengo. Soy una Mariana nueva, con los pies en la tierra gracias a mi familia y amigos”.
Ser parte de las Fuerzas Armadas es otro de los motivos por los que no declinó.
“Hay un compromiso de lealtad a esta institución, sí estuve sola, pero también un entrenador de Guadalajara me ayudó a salir de la crisis y gracias a eso me fui levantando hasta llegar con Sergio Escalante, también nominado al PND, y que no podía dejar a un lado por su calidad como estratega. Él fue la clave para clasificar a Tokio 2020”.
En su visita al diario ESTO, señaló que está renovada, fuerte como un águila y así desea seguir avanzando en sus propósitos.
“Siento que vuelo y veo todo mejor, principalmente al superar estas lesiones de vida, de tener constancia, perseverancia, humildad, el trabajo diario es lo que me han llevado a un buen camino, sin dañar a nadie, y disfrutando todo lo que se me está dando”.
Las narraciones, buenas o malas de su vida, son experiencias donde demuestra todo de lo que puede ser capaz para cumplir sus objetivos y hacer un gran papel en su disciplina.
“El tiempo me dio las soluciones para encontrar los medios necesarios -como mi perro- para salir de la depresión y las situaciones que no podía controlar. Ahora renazco hasta al escuchar música, que también es algo especial. Me gustaría componer una canción, pero primero llegar de la mejor forma a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”.