El exbeisbolista y manager cubano Leonel Aldama Rossell, destacado segunda base de los Diablos Rojos y los Sultanes de Monterrey en el siglo pasado, murió este lunes en Mérida, Yucatán, donde vivió la mayor parte de su existencia.
Aldama Rosell falleció a los 94 años en una clínica donde había sido internado desde la semana pasada víctima de dolencias propias de sus más de nueve decenios de existencia.
El Coronel, como fue bautizado, hizo época en la Liga Mexicana de Béisbol tras dejar su natal población de Los Arabos, en la provincia cubana de Matanzas, para jugar en México a finales de la década de los años 40 y principios de la del 50.
En la liga peninsular, disputada en la Península de Yucatán, Aldama jugó para los Cardenales de Motul y fue contemporáneo en ese circuito de grandes peloteros, coterráneos suyos como Ultus Álvarez (Estrellas Yucatecas), Ernesto 'Chico' Morillas, Asdrubal Baró y Julio 'Jiquí' Moreno, entre otros.
En la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) bateó para .280 en cinco temporadas y fue campeón con los Sultanes de Monterrey. Tras su paso por la Peninsular y asentarse en Mérida, formó parte, como manager y coach, de los Leones de Yucatán a partir de 1971 equipo al que no dejó en más de 40 años.
Fue parte de dos de las tres épocas de los Leones, cuando regresaron a la LMB en 1970 y en su más prolongada estadía, a partir de 1979, siendo campeón con ellos en 1984 como coach y en 2006, también como coach.
Dirigió también a los "melenudos", pero siempre de manera ocasional e intermitente.
Su número, el 29, fue retirado años atrás en una ceremonia que los Leones le organizaron en el parque Kukulcán de Mérida, Yucatán, y desde el año pasado pertenece al "Salón de la Fama" del deporte yucateco.
Su muerte ocurrió días después de la de su contemporáneo y paisano cubano en la pelota mexicana, Adolfo 'Tribilín' Cabrera, quien murió a los 87 años en Guadalajara el 14 de junio pasado.