La potosina Paola Longoria es sin duda una de las deportistas más influyentes en la juventud, y además admirada por todo México, ya que sus logros nacionales e internacionales la han encumbrado en lo más alto del ráquetbol a nivel mundial, sin embargo, tiene claro un objetivo más, que es conseguir el título 100 en el circuito profesional de esta disciplina, y de paso contar en su palmarés con tres medallas de oro en Juegos Panamericanos: México 2011, Toronto 2015 y anexar la de Lima 2019.
Este fin de semana la potosina, tendrá actividad en Nueva York en donde jugará otro evento del circuito, y buscará su título 98, Paola Longoria confesó que cada día el nivel crece y las jugadoras saltan a la cancha con la mentalidad de jugarle a morir.
“La idea está clara, tenemos los Juegos Panamericanos, también en el tour seguir sumando puntos, uno de mis grandes objetivos es llegar a los 100 títulos en el circuito profesional, aquí en Nueva York espero cumplir el número 98”, comentó.
La potosina aspira a lograr el tricampeonato panamericano, en Guadalajara 2011 y Toronto 2015 se colgó las medallas de oro en single, doble y por equipos, ahora en Lima quiere sumar tres preseas más.
“Mi sueño es seguir refrendado mi título, ir por esas tres medallas, cada cuatro años me tengo que prepara de una manera intensa y las jugadoras te estudian y te juegan, por eso la decisión de tomar un campamento con mi equipo previo a esta justa deportiva”, aseguró.
En platica exclusiva para el ESTO, desde Nueva York, Longoria López, nos confió sus metas y sus próximos objetivos, pero sobre todo el haber recuperado su título panamericano en singles y refrendarlo en dobles.
“La presión es fuerte, aumenta cada día más; a veces la responsabilidad de ser la número uno del mundo hace que todo el peso caiga sobre ti, pero tienes la obligación de ganar, en los últimos meses me costaba trabajo ya que me hacían sentir como que era un obligación”, confesó.
PREPARADOR FÍSICO
Desde el mes de enero, la mejor raquetbolista del mundo, tuvo que hacer algún cambio en su equipo de trabajo, al contratar a un nuevo preparar físico se trata del cubano Nelson Valdez, quien es el encargado de poner en forma a Paola.
“Me he acoplado muy bien con el nuevo preparador físico, me he sentido muy bien, cambió mi forma de entrenar, al principio me dio un poco de nervios ya que venía con un ritmo diferente por diez años, pero creo que valió la pena”.
La medallista panamericana confiesa que le gusta y le apasiona su deporte, pero asegura que ahora ya no hay presión, sólo disfruta su juego.
“Cuando llegue a Toronto como abanderada de la selección mexicana, la responsabilidad y la presión estaban al máximo era sí o sí ganar medallas, ahora estoy en un momento padre de mi carrera, en donde tuve que hacer ajustes, estoy viendo nuevas cosas que están dando resultados, todo para mejorar en lo personal y lo profesional”, culminó. Paola seguirá por mucho tiempo como la mejor del mundo, eso lo tiene claro.