En los últimos días, los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 han estado en la mira luego de que varias atletas afroamericanas hayan sido penalizadas por varias situaciones que han sido consideradas como racistas.
Rechazan gorros "especiales"
El primer suceso se desencadenó cuando los gorros de baño diseñados para nadadores con cabello afro fueron prohibidos en Tokio 2020, luego que la entidad rectora del deporte determinó que no eran adecuados para las competiciones.
La marca británica Soul Cap había pedido a la Federación Internacional de Natación (FINA) que avalara oficialmente sus productos, pero la solicitud presentada el año pasado fue rechazada.
La FINA vetó los gorros al sostener que "los atletas que participaron en las competencias internacionales nunca usaron, ni requieren usar gorras de tal tamaño y configuración”.
¿Mucha testosterona?
Las atletas namibias Christine Mboma y Beatrice Masilingi, que habían logrando grandes marcas en las pruebas de 400 metros, no podrán correr en los juegos por decisión de World Athletics (WA), al superar los niveles de testosterona fijados para las pruebas entre los 400 y la milla, según informó el Comité Olímpico de Namibia.
El comunicado del Comité Olímpico de Namibia recoge que los análisis médicos, realizados a los dos atletas en Italia donde se entrenan, han dado como resultado que ambas tienen un alto nivel natural de testosterona que supera el límite para competir en los 400 metros.
Actos de protesta, prohibidos
El Comité Olímpico Internacional (COI) prohibió cualquier expresión relacionada con el movimiento Black Lives Matter con el objetivo de “detener cualquier tipo de mensaje político” sin embargo, el comité fue duramente criticado debido a que dicho movimiento no apoya a ningún líder ni partido político.
Asimismo, el COI señaló que aplicará la Regla 50, la cual prohíbe cualquier tipo de manifestaciones y actos de protesta en las competencias.
Y fue justo un acto de protesta, el que le valió varias críticas a la atleta Gwen Berry, quien se negó a ver la bandera estadounidense durante la entrega de medallas de las pruebas olímpicas de Estados Unidos en Eugene, Oregon.
Además, de que luego decidió quitarse una camiseta negra, la cual tenía inscritas las palabras "Atleta activista" para colocársela sobre la cabeza.
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De acuerdo con Gwen, su actitud se debió a que el hecho de tocar el himno durante las pruebas le parecía como una "trampa", pues señaló que le había asegurado que lo tocarían antes de que emergieran los atletas en el campo, situación que no fue respetada.
Con información de EFE
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