El primer ministro japonés Shinzo Abe prometió este lunes que la epidemia de coronavirus que ha provocado ya 360 muertes en China no tendrá impacto en el desarrollo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se celebrarán en Tokio en menos de seis meses.
Abe se comprometió a trabajar con las instancias internacionales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS), para asegurar que la preparación final del gran acontecimiento deportivo mundial no se vea afectada.
"En coordinación con la OMS y las otras organizaciones implicadas, tomaremos las medidas necesarias con el objetivo de que los preparativos continúen al ritmo marcado", señaló Abe en el parlamento.
Los responsables japoneses encargados de deportes y de los Juegos Olímpicos se reunirán a lo largo de esta semana para tratar las medidas contra la epidemia e intentar que no se propague el virus aparecido en la vecina China, dijo el ministro de los Juegos Seiko Hashimoto.
"Pondremos en marcha medidas todavía más estrictas para luchar contra las enfermedades infecciosas", declaró el domingo la gobernadora de Tokio Yuriko Koike.
Además pidió a sus conciudadanos que se laven las manos regularmente y lleven máscaras para protegerse de la enfermedad.
Japón ya había pedido que se evitara cualquier viaje no obligatorio a China, donde la epidemia comenzó, y puso en marcha nuevas medidas, incluidas restricciones de entrada en el país para limitar la propagación del virus.
El gobierno japonés fletó tres aviones para repatriar a 565 japoneses que estaba en Wuhan, la ciudad en la que comenzó la epidemia.
El coronavirus en China ya causó la muerte de más de 360 personas y el contagio de más de 17.000, según el último balance difundido por las autoridades.
Varias pruebas de clasificación para los Juegos, como el boxeo y el bádminton, previstas en China, han sido anuladas.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 comienzan el 24 de julio y los Paralímpicos el 25 de agosto.