Si en la semana 5 Ravens y Bengals necesitaron la prórroga para definir al ganador, el segundo capítulo de la historia volvió a reservar un duelo apasionante. Baltimore y Cincinnati se dieron hasta con la cubeta y solo fue al final que los Cuervos pudieron sacar la diferencia necesaria gracias a una temeridad del coach Zac Taylor, quien quiso ganar el juego con una conversión y el falló lo condenó a la derrota, con un cerrado 34-35.
El entrenador en jefe de los Bengals miraba con tristeza el momento en que los Ravens realizaban la tradicional formación victoria. Lo cierto es que su polémica decisión le costó el partido y de nada valieron los números descomunales de Joe Burrow y Ja’Marr Chase, quienes hicieron todo lo necesario para llevarse la victoria, pero el coach lo tiró por la borda.
El mariscal de campo terminó el encuentro con 428 yardas y cuatro pases de touchdown, mientras que el receptor brindó su segundo mejor partido de su carrera al recibir para 264 yardas y tres anotaciones. Las actuaciones descomunales le permitieron a Cincinnati dominar por buena parte del partido a los Cuervos y regresar cuando todos los daban por muertos. Un touchdown a falta de 40 segundos para el final del partido les dio la posibilidad de empatar el marcador, pero pasó lo que pasó.
Los Bengals jamás bajaron los brazos ante los Ravens
De las decisiones del rival no tuvieron la culpa los Ravens, quienes demostraron una vez más que su espíritu está por encima de cualquier adversidad. La defensiva de los Bengals limitó durante la primera mitad a Baltimore e incluso lo llegó a tener abajo por 14 puntos a falta de cuatro minutos del tercer cuarto.
Fue entonces que la defensa de los Ravens hizo el trabajo y cuando los Bengals querían aumentar la renta, un balón suelto de Chase Brown lo complicó todo. Baltimore aprovechó el regalo y un touchdown de Derrick Henry los acercó. Poco después, una gran escapada de Wallace los acercó al empate, de no ser porque Tucker falló el punto extra.
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El último cuarto fue un toma y daca brutal en el que Lamar Jackson y Burrow tiraron su mejor repertorio y demostraron porqué son dos de los mejores de toda la NFL. El QB de los Cuervos terminó el partido con cuatro pases de touchdown y fue pieza clave en la victoria, sobre todo con un touchdown a Bateman pasada la pausa de los dos minutos que representó la diferencia definitiva y el punto final de un juegazo.
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