Un amor eterno. Así será la relación de Maria Sakkari con México por el resto de su vida, pues en Guadalajara no solamente encontró buena comida, gente increíble y un torneo que la ama con locura; también, se reconcilió con la victoria, esa que se le negaba desde el 2019 y que ahora puede decir que está de su lado.
María llegó a ser tercera del mundo el año pasado, sin embargo, los títulos han sido un pendiente durante toda su carrera. Hasta el inicio de esta semana en la Perla Tapatía, apenas un trofeo adornaba sus vitrinas, el conseguido en el 250 de Rabat en 2019.
Con un estadio completamente lleno y acompañada del “Vamos, María”, la griega número siete del mundo terminó con los fantasmas y se coronó en el Guadalajara Open, para tener el primer WTA 1000 de su carrera.
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En una hora con 43 minutos, Maria Sakkari derrotó 7-5 y 6-3 a Dolehide para convertirse campeona de Guadalajara. En el duelo promedió 70% de efectividad en su servicio y se apuntó cuatro quiebres en once oportunidades.
El primer episodio Saakkari tuvo momentos complicados. Dolehide respondió hasta donde pudo e hizo que la griega tuviera que labrar el camino con mucha paciencia, pues trabajó el set hasta donde resistió la estadounidense y al final liquidó justamente cuando tenía que hacerlo, para cerrar así la posibilidad del tie break.
Para el segundo episodio Maria tuvo que ser aún más cuidadosa para evitar el alargue. Dolehide de nueva cuenta no hizo la tarea sencilla,. Respondió cada golpe de la griega con la misma resistencia que la llevó a la final. Sin embargo poco a poco y de nueva cuenta con toda la paciencia del mundo, Sakkari trabajó el par de quiebres que le evitaron el tie break y así puso el match point que tiró el estadio Akron del Guadalajara Open.
Con el título bajo el brazo y la tranquilidad de que la mala racha de seis finales perdidas de manera consecutiva se fue. El grito de Sakkari retumbó en el estadio Akron, pero al mismo tiempo se vio enmudecido. De inmediato se le entregó al ritmo de ¡Maria, Maria!.
La griega se tiró al piso, agradeció, abrazo a su entrenador y después abrió los brazos en el centro de la pista, para revivir de nueva cuenta el cariño de la afición mexicana, su favorita.
El título de Gudalajara es el segundo en la carrera de Sakkari y también el más importante. Solo tenía un 250 y el 1000 se le había escapado. Primero fue en Indian Wells y después aquí mismo, en Guadalajara el año pasado, cuando cayó en la final ante Jessica Pegula.