Moscú, Rusia.- Científicos rusos han identificado ungen que causa la depresión, una búsqueda que haatormentado a los especialistas durante muchos años y que debeallanar el camino para la cura de esa enfermedad mental cada vezmás común.
"Hasta ahora no se había encontrado ni un sologen que fuera catalizador de la depresión. Lainformación que lleva el gen que hemos identificado es muyvaliosa", dijo Tatiana Axenóvich, catedrática de Biología delInstituto de Citología y Genética (ICG) de Novosibirsk(Siberia).
Axenóvich y su equipo, especialistas en análisis genéticosmatemáticos, idearon nuevos métodos estadísticos para localizarese gen con la ayuda de ordenadores más que de probetas omicroscopios. Hasta ahora, paraidentificar el gen había que examinar, como mínimo, a unas 50 milpersonas, lo que era algo irreal. En cambio, a nosotros nos hallegado con dos mil", explicó. Los científicos siberianosse han servido de los datos cedidos por el Centro Erasmusde Rotterdam, que se dedica a estudiar la depresión,afección cuya arquitectura genética es extremadamente compleja.Y es que cuanto más pequeño sea el efecto quetenga el gen -algo característico de la depresión-, mayorselección de pacientes se necesita para su identificación."La clave ha sido no estudiar cada variante genética por separado,como es tradicional, sino el gen al completo, especialmente lasvariantes que alteran el ADN", apuntó.
Además, los científicos se centraron enestudiar no tanto el diagnóstico, sino lossíntomas, lo que permite determinar la predisposición deuna persona a caer en una depresión.
Los científicos ya habían identificado varias decenasde genes que provocan esquizofrenia, enfermedad con unacontribución genética similar a la depresión, pero en el caso deesta última la búsqueda ha sido mucho más ardua. Ha sido muy difícil de localizar el gen, pero es queademás no es uno solo. Nadie sabe con exactitud cuántos hay, peropueden ser varias decenas de genes los que causan ladepresión", admitió. Aunque ya existenantidepresivos, Axenóvich cree que la identificación del genofrece a los laboratorios información muy útil a la hora de crearnuevos fármacos para combatir una enfermedad que se haconvertido en un reto para la salud pública.
"Por ejemplo, con ayuda del gen se podrá investigar másprofundamente el mecanismo que cataliza la aparición de lossíntomas depresivos", señaló. Axenóvichrecordó que la depresión es causada en un 40 por ciento porherencia genética de cada persona y en un 60 por ciento pormotivos externos. "El entorno, las circunstancias vitales yel estrés al que está sometido la persona son factoresdecisivos", apuntó la investigadora del institutodependiente de la Academia de Ciencias de Rusia.
Además, recordó que cada paciente es diferente en lo que serefiere a la gravedad, intensidad, duración y frecuencia de laenfermedad, lo que dificulta aún más su diagnóstico.
Precisamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS),uno de los principales obstáculos para curar la depresiónes la evaluación errónea, ya que algunas personas quesufren esa enfermedad nunca son tratadas y otras, sanas, recibenantidepresivos con excesiva ligereza.
Los investigadores holandeses, que estudian la depresiónexclusivamente entre los europeos, ya han confirmado los resultadosobtenidos en un grupo independiente de personas, lo que permiteconsiderar "creíble" el hallazgo de los científicos siberianos,según informó el ICG en un comunicado.
En opinión de Axenóvich, el innovador método utilizado por elinstituto de Novosibirsk ofrecerá más posibilidades a la hora deextraer información genética y discernir cómo los genesafectan al funcionamiento del cerebro.
Axenóvich lleva más de medio siglo dedicándose a losanálisis estadísticos para identificar los genes que causan laaparición de las enfermedades humanas. Segúnla OMS, la depresión afecta a unas 350 millones depersonas, es la principal causa de discapacidad en elmundo y afecta más a la mujer que al hombre. Además,entre 8% y 15% de personas sufre depresión en algúnmomento de su vida, lo que es un auténtico desafío parael sistema sanitario, además de una carga para la economía por elabsentismo y la jubilación anticipada.
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