Piteado, tradición en riesgo

Agencia EFE

  · domingo 7 de mayo de 2017

Pedro Carrera, de 85 años

Los habitantes de Colotlán, uno de los pueblos más rezagadosdel estado de Jalisco, luchan por mantener viva la elaboración deartesanías con la técnica del piteado, una actividad que les hadado fama en el mundo, pero que las nuevas generaciones se niegan aseguir.

Pedro Carrera, de 85 años, uno de los artesanos más celosos deesta técnica, afirma que la tradición que han seguido pordécadas en este pueblo, considerada la capital del piteado, puedemorir por la falta de interés de los más jóvenes.

Los artesanos elaboran desde el hilo hasta los diseños de loscinturones, sombreros, sillas para montar y, más recientemente,bolsos, zapatos, joyería y murales.

Cada uno de los 190 talleres que hay en el pueblo, ubicado enlos límites de los estados de Jalisco y Zacatecas, se especializaen una parte del proceso: están los torcedores, los dibujantes ydiseñadores, quienes "calan" (cortan) la piel y sus relieves, olos que la bordan.

Uno de los elementos más importantes es el hilo. Las hebras seextraen de la fibra de una planta llamada pita, una especie deagave o cactácea que se cultiva solo en el sureño estado deOaxaca y que da nombre a esta técnica.

Los artesanos colotlenses se encargan de "torcer" o unir lashebras de manera más o menos fina, según el tipo de diseño quese vaya a trabajar. La clave en este trabajo es pasarlas por supropia saliva.

"Para que salga bien una hebra es torcida con saliva (...),agarra un color marfil y es mucho más resistente la hebra que segenera", explica Alejandro Navarro, quien aprendió el oficio a losocho años.

Los bordadores son los encargados de dar vida a los diseños conpuntadas detalladas. Dibujan gallos, siluetas de caballos, grecas,flores y cualquier figura que surja de la imaginación.

Un cinturón con piteado fino puede costar hasta 5 mil pesos yllevar dos o tres meses de trabajo, desde la concepción deldiseño hasta la montura de la hebilla, mientras que una silla paramontar a caballo ronda los 50 mil pesos.

El municipio colotlense y el gobierno de Jalisco realizanesfuerzos para mantener viva esta tradición, entre ellos laconstrucción del Centro de Integración Artesanal, donde los másjóvenes recibirán capacitación.

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