La llegada de un nuevo virus al mundo trajo consigo la necesidad de protección para evitar un posible contagio, por lo que en el mercado, a partir de marzo del 2020 se intensificó la venta de productos de limpieza, gel desinfectante, toallitas y aerosoles para combatir una nueva enfermedad.
Sin embargo, la necesidad de mantener nuestras manos y superficies limpias, está ensuciando el planeta.
En entrevista con El Sol de México, Carlos Álvarez Flores, presidente de ‘México, Comunicación y Ambiente’, advirtió que el uso de aerosoles atenta contra el medio ambiente y la salud de las personas.
Explicó que los productos que se utilizan para limpiar bacterias, hongos y virus, tienen un alto grado de toxicidad “para matar a los microorganismos”, por lo que aseguró que los aerosoles son dañinos para la Tierra.
“Los aerosoles tienen petroquímicos, son derivados del petróleo que son tóxicos y nos estamos poniendo en peligro utilizándolos. Todo el mundo está usando indebidamente tantas sustancias tóxicas para un virus que es microscópico”, alertó.
Detalló que los spray para eliminar el SARS-COV2, además de contener petroquímicos, tienen solventes llamados “compuestos orgánicos volátiles”, que al evaporarse se convierten en ozono.
Es decir que, los limpiadores en spray, los geles que contienen alcohol y que actualmente se usan en altos volúmenes, son volátiles y por lo tanto van al aire donde reaccionan con compuestos como los óxidos de nitrógeno, con ayuda de la luz solar y acaban formando ozono en la ciudad.
Por lo que se convierten en una partícula suspendida en el aire que entra a los pulmones y se convierte en un oxidante, expresó Álvarez.
Aunque señaló que es difícil determinar cuánto han contaminado los aerosoles, al planeta, los spray contribuyen a la contaminación del aire y al calentamiento global.
“Hay crisis de contaminación en el ozono, son gases que se usan en los aerosoles y están contaminando”, detalló.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el aerosol también funciona con un gas propelente, que proporciona la presión necesaria para dosificar en forma de finas partículas el producto envasado.
El tamaño de partícula del aerosol depende de la presión del propelente, del orificio de la válvula y de la forma del pulsador. “El propelente puede ser un gas licuado (isobutano, dimetil-éter, etcétera) o un gas comprimido (nitrógeno o dióxido de carbono)”.
Detalló que a diferencia de los gases comprimidos, los gases licuados se utilizan más en la industria del aerosol, porque mantienen su presión de vapor constante y al ser descargados, pasan súbitamente a su estado gaseoso.
En ese sentido, el ambientalista insistió que los insumos que están hechos para eliminar un virus son extremadamente tóxicos, “si matan un virus, ¿qué no harán con nuestro cuerpo?”, reflexionó.
Bajo dicho panorama, Álvarez Flores hizo un llamado a las autoridades federales para atender la salud de los mexicanos en torno a las sustancias químicas y los desperfectos que causan en el cuerpo humano.
“Los gobiernos permiten el negocio. México es un paraíso porque en México se vende de todo. Los extranjeros llevan años vendiéndonos sus venenos. Hay sustancias que son tóxicas y que las usamos sin control, sin precaución y sin conciencia”, criticó.
La Organización Mundial de la Salud ha subrayado que la contaminación en el aire causa 1 de cada 9 muertes al año a nivel mundial y que es un gran determinante de enfermedades cardiovasculares como los derrames cerebrales y los padecimientos cardiacos, además del cáncer de pulmón.
Por tal motivo, respecto a las afectaciones a la salud, el doctor Mario Mendiola detalló que el uso excesivo de limpiadores y aerosoles puede provocar afectaciones dermatológicas, irritación en los ojos, problemas respiratorios, provocación de asma, reducción de la función pulmonar y origen a problemas pulmonares.
“Actualmente es muy usual utilizar este tipo de productos. Hay veces que nos ponemos gel o rociamos superficies cada 30 minutos. El uso excesivo de dichos productos nos puede afectar a corto o mediano plazo”.
En ese sentido, recomendó estar pendientes de cualquier tipo de reacción en el cuerpo después de ponerse gel, limpiarse con toallitas o rociar spray. “Si alguien siente comezón o irritación en la piel hay que acudir al médico para atender cualquier problemática generada por éstos”, refirió.
Por su parte, el especialista en gestión de residuos y cambio climático recomendó disminuir el uso de estos productos.
En entrevista con la Organización Editorial Mexicana, destacó que una alternativa es cambiar los productos químicos por naturales para eliminar virus y bacterias.
“La gente puede limpiar con vinagre y jugo de limón las superficies y es completamente seguro, mucho más que el cloro y otras sustancias. Esto no afecta ni al cuerpo ni al medio ambiente. Luego la gente se queja porque huele feo, pero es un gran remedio desinfectante”, puntualizó.
Agregó también que dentro de todos los productos de limpieza y contra el nuevo coronavirus, el gel antibacterial, es el sanitizante menos inofensivo porque sólo tiene alcohol.
Aunque una de las mejores líneas de defensa es lavar las manos frecuentemente con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
Los aerosoles en México
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en los años cincuentas comenzó en México la producción de aerosoles, utilizando clorofluorocarburos como propelente, el cual se importaba de Estados Unidos a precios muy elevados. En consecuencia la producción de aerosoles era muy baja.
Detalló que la industria mexicana del aerosol se consolidó en los sesentas, impulsada por el Ingeniero Químico William Buenfil.
“En 1978, establece la empresa Propysol para producir propelente hidrocarburo, a partir de gases puros producidos por Petróleos Mexicanos (PEMEX). Así mismo, crea otras empresas para fabricar envases y válvulas para aerosol. También establece empresas para la producción y maquila de aerosoles”, destacó.
Es importante añadir que, a partir del inicio de la pandemia por Covid-19, los desinfectantes y limpiadores tuvieron una demanda del 74 por ciento durante 2020, según datos de la Consultora Statista.
Lee también otros contenidos de Normal ⬇️