Los microorganismos han sido estudiados por años y existen numerosos experimentos y estudios de alto valor científico que exponen la belleza del mundo microbiano.
Un conjunto de científicos de universidades de Estados Unidos, descubrió que un tipo de bacterias depredadoras suelen agruparse formando manadas que se asemejan al lienzo de Vincent Van Gogh titulado “La noche estrellada”.
Según el microbiólogo Daniel Wall, coautor del estudio, las bacterias llamadas Myxococcus xanthus, suelen organizarse y forman unos círculos de alrededor de 1 milímetro o más de diámetro y se puede observar como exhiben una belleza artística.
La Universidad de California fue testigo de cómo sus investigadores descubrieron otra forma de belleza bacteriana: Es un patrón de segmentos en forma de anillos concéntricos que adoptan las biopelículas que son formadas por distintos tipos de células.
De acuerdo con información de la agencia EFE, algunas bacterias, se encuentran entre las formas de vida más antiguas deel planeta, llegan a pasar a los laboratorios para ser estudiadas, y de ahí a las galerías de arte.
Los investigadores han obtenido grupos de bacterias en los que se estudiaron los mecanismos genéticos mediante los cuales estas pueden reconocer a sus microbios aliados y a diferenciarlos de microbios enemigos.
Las bacterias han sido estudiadas durante décadas como un sistema modelo de la cooperación social y de la regulación de los genes bacterianos. La bacteria Myxococcus xanthus, es una bacteria que se alimenta de otras similares y se le denomina depredadora, ya que al carecer de órganos internos no puede digerir a su presa. Es entonces que se agrupan en manadas para engullir y devorar a su víctima.
Los investigadores experimentaron un método novedoso para transformar a millones de estas bacterias en una multitud relámpago, y encontraron que al aplicar colores falsos a las imágenes microscópicas, se revela el llamativo aspecto de las bacterias que recuerdan a la noche estrellada.
Los científicos utilizaron para su estudio cepas mutantes de la bacteria, y comprobando que éstas se organizaban en forma circulares después de cuatro horas, comenzaron a estudiarlas.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California descubrió otra forma de arte microbiológica, donde se analizaron los complejos patrones con los que se organizan estas células bacterianas, llamadas biopelículas.
Ahí descubrieron un mecanismo genético que es el que permite a las células organizarse en segmentos muy sofisticados, un hallazgo que es parte del laboratorio del biólogo Gürol Süel.
Las biopelículas son comunidades formadas por células que abarcan distintos tipos y prevalecen en el mundo viviente; suelen vivir en las alcantarillas, las encimeras de las cocinas o incluso en nuestros dientes.
Pero el laboratorio de Süel descubrió que las células dispares de una biopelícula se organizan en patrones elaborados, regulados y complejos y que estas son una característica que sólo se había asociado a organismos de nivel superior, como plantas y animales.
También descubrieron que a medida que la biopelícula se expande y consume nutrientes, se produce un tipo de ola que congela a cada célula en un momento y en una posición, y se crea así un patrón de segmentos repetidos de distintos tipos de células.
Al respecto, Süel señaló: “Estamos viendo que las biopelículas son mucho más sofisticadas de lo que pensábamos. Estas comunidades bacterianas no son sólo pegotes de células”.
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