Ciudad del Vaticano.- Un grupo de científicos comprobó que laSábana Santa, la famosa reliquia que según la tradicióncatólica cubrió el cuerpo de Jesús y que permanece conservada enla ciudad italiana de Turín, estuvo en contacto con sangrehumana.
Los estudios sobre una fibra del tejido de la reliquiafueron conducidos por expertos del Instituto de Materiales deTrieste y el Instituto de Cristalografía de Bari, ambosentes adscritos al más importante organismo científico de Italia:el Centro Nacional de Investigación.
En las pesquisas también se involucró el Departamento deIngeniería Industrial de la Universidad de Padua y los resultadosfueron publicados en la revista científica estadunidense“PlosOne” bajo el título: “Nuevas evidenciasbiológicas halladas por estudios de resolución atómica en elSudario de Turín”.
Según explicó Elvio Carlino, jefe de la investigación, losexperimentos fueron llevados a cabo con un nuevo método de“microscopía electrónica en transmisión de resoluciónatómica y difracción de rayos X con amplia angulación”.
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La fibra que se sometió a las pruebas, extraída tiempo atrásde la Sábana Santa, proviene de la huella dorsal de la sábana, dela zona correspondiente al pie.
El Sudario de Turín, también conocido como Síndone, ha estadoenvuelto en misterio a lo largo de su historia. Se trata de unatela de lino de 463 centímetros de largo por 113 de ancho.Actualmente es resguardado en la capilla real de la Basílica deSan Juan Bautista en Turín.
El tejido muestra la imagen en negativo (como una impresión) dela figura de un hombre barbudo como si hubiese sido envuelto conella. Según la tradición de la Iglesia, se trata de la tela conla cual Jesucristo fue cubierto tras su muerte y antes de suresurrección.
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El origen de esa reliquia es aún motivo de disputa. Algunosespecialistas aseguran que se trata de una pintura creada en laEdad Media, lo cual sería contradicho por estas recientesinvestigaciones.
Aunque oficialmente la Iglesia católica no se ha manifestadosobre la veracidad científica de la tela, como perteneciente aCristo, en 1958 el Papa Pío XII autorizó su devoción como la“santa faz de Jesús”.
A finales del siglo XIX un fotógrafo aficionado se dio cuentaque en los negativos podía apreciarse de manera más nítida laimagen del hombre retratado en el sudario.
Los historiadores también debaten sobre los lugares y la formaen que el sudario fue conservado. Existen algunas referencias ya entextos del siglo XIII, pero apenas se logra certeza documentalhacia 1357 cuando la tela comenzó a exhibirse en Lirey(Francia).
En 1389, el obispo Pierre d’Arcis denunció que la imagen eraun fraude, en una carta que envió al Papa en Aviñón, pero tresdécadas después volvió a exponerse y el rey Carlos VI ordenóretirarla de Lirey.
Tras diversos pasajes, en 1453 la reliquia llegó a manos deLuis de Saboya y en 1471 comenzó una peregrinación por diversasciudades de Europa. Su fama se extendió rápidamente. Finalmentefue ubicada en su actual sitio en 1578.
A lo largo de los años, la Sábana Santa ha despertado fervor yadmiración entre creyentes de todo el mundo. Su exposiciónpública tiene lugar cada 10 años aproximadamente, y sólo bajopermiso del Papa, que puede conceder exhibicionesextraordinarias.
Lo atrapante de esta reliquia ha propiciado incluso algunasexhibiciones culturales, como la que tiene lugar actualmente yhasta el mes de agosto próximo en la Catedral de la Ciudad deMéxico.
En Roma, un pequeño museo ha sido montado en el AteneoPontificio Regina Apostolorum, la universidad adscrita al vaticanoy que es administrada por la congregación de los Legionarios deCristo.
En ese lugar puede verse no sólo una réplica exacta de laSábana Santa sino también una serie de piezas relacionadas con latela, entre ellas réplicas de objetos que formaron parte de lacrucifixión de Jesús como la corona de espinas, los clavos yhasta una representación en tamaño natural y realizada en broncedel hombre que quedó estampado en el sudario.
/eds