El universo siempre ha fascinado a la humanidad y con el desarrollo de nueva tecnología cada vez se descubren nuevos aspectos de él, como ocurrió con un sistema estelar estudiado por el astrofísico mexicano Alejandro Vigna Gómez.
Este sistema terciario TIC 470710327 –detectado por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS, por sus siglas en inglés– es único es su tipo y está siendo estudiado por la mancuerna entre el mexicano y el astrofísico chino Bin Liu.
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“(El sistema) es muy interesante porque está en una órbita muy pequeña la binaria que se descubrió en el sistema triple: tiene sólo un día de periodo orbital, y la terciaria tiene un periodo de 50 días; estos son periodos que no se habían observado en otros sistemas”, comentó Vigna Gómez en entrevista con El Sol de México.
El camino de San Luis Potosí a Europa
Sin embargo, antes de poder llegar al Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague y realizar su trabajo sobre este único sistema estelar, Alejandro Vigna tuvo que recorrer un largo camino desde la Universidad Autónoma de San Luis Potosí hasta Dinamarca.
“Mi interés por la física comenzó realmente en la preparatoria y estudié la licenciatura en física en la facultad de ciencias de la UASLP”, recuerda
Pero a diferencia de los objetos masivos a millones de kilómetros de distancia que estudia actualmente, mientras realizaba la licenciatura su trabajo se enfocó en átomos.
“En el camino un amigo hizo un verano de investigación en la Universidad de California en Santa Cruz; yo seguí sus pasos –comenta Alejandro Vigna– y conocí al astrofísico Enrico Ramírez Ruiz, un astrofísico computacional”.
Después de este encuentro, el interés de un joven Alejandro por la astrofísica computacional y de altas energías creció, lo que terminó por inclinar la balanza dentro de su carrera.
La siguiente parada del mexicano fue en la Universidad de Birmingham, en Reino Unido, donde gracias al apoyo de Ramírez Ruiz consiguió una posición de doctorado.
“Ahí seguí trabajando temas de estrellas masivas: cómo se forman los agujeros negros, estrellas de neutrones, así como su ciclo de vida y muerte”, detalla Vigna Gómez.
En el estudio de estrellas masivas es donde se inserta la investigación de TIC 470710327, el cual, de acuerdo con la hipótesis del astrofísico, no surgió como un sistema estelar terciario, sino que pudo tratarse de uno compuesto por cuatro estrellas hasta que dos de ellas se fundieron y dieron origen a la más masiva.
“Ahora lo que tenemos que comprobar es si el sistema tiene las propiedades que esperamos de uno que experimentó una fusión”, detalló el astrofísico, que deberá realizar nuevas observaciones para comprobar su teoría sobre la formación dinámica de TIC 470710327.
Apoyo económico, factor imprescindible para el desarrollo científico
A pesar de su importancia, no sólo el interés y la dedicación de este científico mexicano fueron sus herramientas para seguir avanzando en su carrera: tanto a la Universidad de California como a la de Birmingham llegó apoyado por becas.
“El salto a California fue con una beca de allá, era todo pagado; el salto a Inglaterra fue con una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)”, explica el astrofísico.
Asimismo, señala que en caso de no haber recibido estos apoyos no habría tenido la posibilidad de trasladarse a estos centros.
“Creo que las becas son lo que mueve al campo científico, que te remuneren por hacer tu trabajo y puedas pagar tu estancia y tu comida con ello”, sostiene.
Si yo no hubiera tenido la beca Conacyt hubiera sido imposible que hiciera mi doctorado en el extranjeroAlejandro Vigna Gómez
Incluso con las becas, agrega Alejandro Vigna, esos viajes implican un gasto para el traslado, u otras situaciones, como seguros de viaje.
“Hay muchas personas que no pueden tomar esa ruta porque hay una barrera de decenas de miles de pesos para iniciar tu viaje”, lamenta.
Por suerte para este científico mexicano, su recorrido no se vio truncado, y ahora se encuentra trabajando –paralelamente al estudio de TIC 470710327– en un proyecto sobre la formación de sistemas binarios dobles.
De acuerdo con el astrofísico esta investigación –en la que además trabaja con otro estudiante mexicano de doctorado– podría estar listo para su publicación el próximo año.
Sobre si considera que sería necesario un mayor apoyo en México para desarrollar la carrera de científicos mexicanos, Vigna Gómez señala que además de las becas hay que considerar la inversión en movilidad.
Lo anterior porque alguien que va al extranjero desde México tiene que asumir los costos del viaje de su propio bolsillo, mientras alguien que se encuentra, por ejemplo, en Inglaterra no tiene que preocuparse por esas cosas.
“Es una cuestión de equidad o un poco de justicia que se tiene que considerar”, sostiene.
¿Qué sigue después del Instituto Niels Bohr?
Contar con todas estas posibilidades fue lo que permitió a Vigna Gómez realizar su posdoctorado en el Instituto Niels Bohr, donde está por terminar su estancia.
No obstante a su salida, el científico mexicano seguirá realizando proyectos con sus colegas en Copenhague, mientras comienza una nueva etapa en el Instituto Max Planck, ubicado en Munich, Alemania.
Particularmente, la colaboración que mantendrá con el Niels Bohr será en la investigación sobre la fusión de un agujero negro con una estrella de neutrones y los efectos dinámicos de un sistema estalar triple –como TIC 470710327– donde la binaria interior está formada por dos agujeros negros.
Vigna Gómez explica que estos efectos pueden ser observables con telescopios u observatorios de ondas gravitacionales, los cuales podrían determinar cuántos y qué tipo de cuerpos componen el sistema.
Esta investigación contribuirá a determinar los efectos que tienen entre sí las estrellas que forman parte de los sistemas binarios, lo que permitirá detectarlos con mayor facilidad.