KURÚ, Guayana Francesa.- El estudio de los exoplanetas obedece a la necesidad de hacernos preguntas y buscar sus respuestas y Cheops, la misión europea que los escudriñará, ayudará a conocer mejor el tamaño de estos cuerpos ubicados fuera de nuestro sistema solar, su densidad y su radio.
Así lo señala Ignasi Ribas, uno de los principales investigadores de esta misión que acaba de despegar del Puerto Espacial de Kurú, en Guayana Francesa, en un cohete Soyuz.
Para Ribas, del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) e investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio, Cheops no responderá a la pregunta de si estamos solos en el universo, “pero sí hará su contribución en la dirección correcta”.
—Desde que en 1995 Michel Mayor y Didier Queloz descubrieran el primer exoplaneta, ¿cuántos hay catalogados? ¿Hay un registro oficial?
—Se conocen unos 4 mil 100, dependiendo del criterio que usemos para clasificarlos entre candidatos y confirmados. Como tal no hay un registro oficial, pero las bases de datos más usadas son la Enciclopedia de Planetas Extrasolares puesta en marcha por el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS) y el Observatorio de París, entre otros, y la del Instituto de Ciencias de Exoplanetas de la NASA.
—Cheops, más que buscar nuevos exoplanetas, va a estudiar cuerpos ya catalogados. ¿Saben ya cuáles y cuántos se van a escudriñar. ¿Qué tipos de planetas son?
—Se van a estudiar centenares de planetas, la mayor parte de ellos ya conocidos, con características diversas. El objetivo de Cheops son aquellas estrellas que albergan planetas de tamaños entre la Tierra y Neptuno. Ofrecerá mediciones exactas del tamaño y esto, junto con información ya conocida sobre la masa, nos permitirá determinar la densidad. A su vez, la densidad dará pistas importantes sobre la composición y estructura. Uno de los objetivos de Cheops es ayudarnos a comprender cuáles son los mecanismos que hacen que un planeta sea gaseoso (como Neptuno) o rocoso (como la Tierra).
—¿La comunidad científica qué sabe ya de este tipo de planetas que orbitan estrellas distintas a nuestro sol y qué queda por averiguar?
—Un montón de cosas; la lista es muy larga y las ramificaciones son muy numerosas. A grandes rasgos, ahora nos interesa saber cómo se forman los planetas, por qué tienen las características que tienen y, como objetivo ambicioso a más largo plazo, cuáles pueden ser habitables y cuáles incluso habitados. Las medidas precisas de Cheops nos permitirán determinar los radios de los planetas pequeños, que son difíciles de medir con otros instrumentos, y además proporcionarán información de las atmósferas de los planetas gigantes y calientes
Son distintas piezas del puzzle que vamos juntando para comprender mejor el fenómeno de la formación planetaria y, a su vez, situar a nuestro propio sistema solar en el contexto de los sistemas planetarios en el universo. Cheops representa un modesto pero significativo paso para ampliar nuestros conocimientos en todos estos aspectos.
—¿Por qué es importante el análisis de estos cuerpos?
—Su estudio obedece a la necesidad humana de hacernos preguntas y buscar sus respuestas. Es la curiosidad por conocer nuestro entorno y cómo funciona la maquinaria de la naturaleza y, quizá, al final esta investigación nos llegue a responder la gran pregunta de si estamos solos en el universo. Cheops por sí solo no la responderá, pero sí hará su contribución en la dirección correcta.
—La participación industrial española en Cheops es alta, ¿y de centros de investigación?
—De los 60 científicos principales de la misión, cuatro son de centros españoles: David Barrado, del Centro de Astrobiología (centro mixto del CSIC y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), Enric Pallé y Roi Alonso, del Instituto de Astrofísica de Canarias, y yo. Además, hay un grupo importante de investigadores predoctorales y post-doctorales colaborando intensamente con todos nosotros.
La plataforma del satélite, en la que va el telescopio, el ordenador de abordo y los paneles solares, se ha construido en las instalaciones de Airbus Defence & Space España, y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) será el responsable de las comunicaciones y el control del satélite en las primeras fases.