Los terremotos son uno de los problemas que más agobian a los científicos ya que no hay forma exacta o al menos aproximada de predecirlos. Si esto se consiguiera, sin duda se salvarían miles de vida, sin embargo, hasta que se logre esto, investigadores se han enfocado en maneras eficaces para salvar vidas y puede que la respuesta esté en uno de los animales más odiados por las personas: las cucarachas.
Un grupo de científicos se encuentra desarrollando un dispositivo inalámbrico que funciona vía bluetooth y que permite controlar a las cucarachas para que estas puedan acceder a los lugares donde los rescatistas no llegan.
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Recientemente sismos han azotado fuertemente Taiwán y México, aunque este último con menos daños que el país sudoriental, sin embargo, este proyecto resulta prometedor para ayudar a las víctimas. Es por eso que te presentamos en qué consiste el estudio y cómo puede ayudar a encontrar a las personas de una manera más rápida.
Aunque las odiemos, las cucarachas nos podrían salvar la vida
El equipo formado por investigadores de diversas nacionalidades, dirigido por Kenjiro Fukuda investigador japonés del RIKEN Cluster for Pioneering Research (CPR) ha desarrollado un dispositivo que tiene una batería que se recarga a través de la luz solar.
Esta batería va acoplada a una mochila especial que contiene células solares orgánicas ultrafinas de un 0.004 de tamaño, flexibles y que se adhieren al cuerpo de la cucaracha de manera natural.
Este dispositivo se puede controlar vía bluetooth y se pretende que, mediante el control del insecto, se pueda acceder a zonas estrechas o peligrosas. La aplicación más importante de esto es el rescate de personas que puedan quedar atrapadas bajo los escombros.
No obstante, los insectos necesarios para este experimento tiene que ser cucarachas de Madagascar, en primer lugar por su tamaño y que pueda cargar el dispositivo, y en segundo lugar, estos bichos no vuelan, por lo que son fáciles de vigilar.
“Después de la misión, podemos retirarlo y hay posibilidades de que el insecto viva normalmente”, dijo Fukuda para el diario El País.
Asimismo, Fukuda afirmaba para el diario español que el proyecto no tenía implicaciones éticas, ya que no se dañaba a la cucaracha.
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“Antes de que la batería se acabe, necesitamos guiar el insecto para que se mantenga bajo la luz solar. Después de la recarga, hay que cambiar el modo para que reinicie la ruta de rescate. Crear este sistema es nuestro próximo paso en la investigación”, señala Fukuda, y prevé que dentro de tres a cinco años estén listas las primeras cucarachas para su misión.