De vuelta a Titán, una exploración fantástica

Durante las noches de agosto y septiembre, observe al sureste al hermoso planeta Saturno

Germán Martínez Gordillo / Sociedad Astronómica de Puebla Germán Martínez Hidalgo A. C.

  · domingo 25 de agosto de 2019

La llegada de Dragonfly a Titán. Univ. John Hopkins/NASA

Artículo No. 1189

Una exploración fantástica se prepara para uno de los mundos más fascinantes y exóticos en nuestro Sistema Solar, Titán, en los alrededores del planeta de los anillos, Saturno.

Cassini sobrevolando Saturno y su satélite Titán. Kevin Gill

EL PLANETA

Durante las noches de agosto y septiembre, observe al sureste al hermoso planeta Saturno. Más arriba, el lucero más brillante será el planeta Júpiter.

Cuando Galileo observó a Saturno en 1610, no pudo explicar la extraña forma del planeta, su telescopio no podía mostrar los anillos en detalle.

Imagen de la entrada de Huygens en Titán. Cassini/Huygens ESA/NASA

Saturno se encuentra, en promedio, a 1 275 000 000 km. de la Tierra, lo que equivale a 8.5 veces la distancia entre la Tierra y el Sol o 1 Unidad Astronómica (UA), de 150 millones de km. La distancia a Saturno es el doble de la que hay entre Júpiter y la Tierra, de 628 730 000 km. o 4.2 UA.

Se conocen 62 lunas a Saturno, la mayor de ellas, Titán, un mundo fascinante, que inflama nuestra imaginación y abre el deseo de explorarla.

TITÁN

La noche del 25 de marzo de 1655, el astrónomo neerlandés Christian Huygens, observando con telescopio, descubrió la primera luna de Saturno y la mayor de ellas.

Titán es la segunda luna de mayor tamaño en nuestro Sistema Solar, después de Ganímedes de Júpiter. Es incluso más grande que Mercurio y 50 % más grande que nuestra Luna terrestre.

En 1847, John Herschel, hijo de William Hesrchel, sugirió nombrar a los satélites de Saturno con los nombres mitológicos de los hermanos de Cronos (Saturno), los titánes y las titánides, quienes gobernaron durante la edad de oro de los dioses.

Dragonfly estacionado, realizando experimentos en Titán. NASA

Titán es un mundo familiar. Está compuesto de hielo y roca, la superficie es joven, con pocos impactos de meteoritos, hay montañas y tal vez criovolcanes, es decir, volcanes de hielo. En el hemisferio norte hay océanos de metano y etano. Los vientos generan oleajes diminutos, de hasta un centímetro de alto. Se han observado islas que aparecen y desaparecen, se cree que son cubiertas por el océano o son burbujas que suben a la superficie. Titán posee una atmósfera 50 % más densa que la terrestre, rica en nitrógeno y metano. En Titán hay nubes y lluvias de metano. Tormentas de polvo de componentes orgánicos recorren todo Titán. No existe un campo magnético, por lo que su núcleo debe ser de hielo y roca, en lugar de metal. Sin este campo magnético que proteja de las radiaciones del Sol y en este caso de Saturno, la vida podría no surgir. La Tierra si lo tiene y Marte no. Parece que Titán rota más rápido que su atmósfera, algo visto en Venus, pero sin explicación.

Los océanos de metano en Titán y algunas islas. NASA/JPL-Caltech/ASI/Cornell

En la Tierra, la mayoría del metano es producido por actividad biológica, por lo que el metano es un biomarcador, que puede delatar la existencia de organismos vivos. Sin embargo, observar metano no es suficiente ni condicionante de encontrar vida, pues también existen procesos no biológicos que lo generan. Encontrar metano más allá de la Tierra, solo debe sugerirnos, investigar más.

Se calcula que los hidrocarburos de Titán, superan en cientos veces las reservas de petroleo y gas de la Tierra. Después de nuestro planeta, Titán es el único mundo conocido con océanos en la superficie. Parece tener la mayor probabilidad de sustentar la vida fuera de la Tierra, incluso, más que Marte.

UN VIAJE A TITÁN

En diciembre de 2005, la sonda espacial de la NASA, Cassini, arribó al gigantesco y lejano Saturno, de ella se desprendió otra sonda espacial, de nombre Huygens, de la Agencia Espacial Europea, ESA.

Huygens entró en la densa atmósfera de Titán, desplegó su paracaídas y efectuó un aterrizaje controlado. Durante el descenso, Huygens envió a la Tierra las imágenes de montañas y valles. Usted puede observar el vídeo original en: o buscando en youtube: Titan Touchdown o Titan landing.

La luna de Saturno Titán. NASA/JPL-Caltech/Univ. Arizona/Univ. Idaho

DRAGONFLY

Para continuar las investigaciones de Cassini y Huygens e intentar aclarar muchas dudas, la NASA aprobó en junio, la misión Dragonfly.

La nueva sonda espacial despegará en 2026 y arribará a Saturno/Titán en 2034. Tras nueve años de viaje, Dragonfly entrará en Titán a 7.4 km/s., abrirá dos paracaídas y soltará su escudo térmico protector. Habiendo disminuido su velocidad, Dragonfly soltará los paracaídas y encenderá sus ocho rotores. Dragonfly es un dron que sobrevolará las dunas del ecuador y sur de Titán, no viajará a los océanos de metano y etano del norte.

Dragonfly, de 3 metros de largo, tendrá un peso de 450 kg, cada hélice, de las ocho, son de 1 metro de diámetro. Viajará a 36 km/h, y podrá subir hasta los 4 km. de altura.

La comunicación entre Saturno/Titán y la Tierra tarda de 1.1 a 1.6 horas, lo que significa que tras ese tiempo, conoceremos si Dragonflay vuela libre en Titán.

A pesar de ser un dron, Dragonfly es más un laboratorio estático, ya que la mayor parte del tiempo se encontrará estacionado, estudiando la atmósfera o taladrando el suelo.

La luna de Saturno Titán. NASA/JPL-Caltech/Univ. Arizona/Univ. Idaho

Dragonfly llegará al hemisferio sur de Titán en verano, en donde habrá luz. Aun así, la temperatura será de -179ºC, por lo que Dragonfly lleva un generador de radioisótopos que le dará calor, para no congelarse.

Dentro de 15 años, Dragonfly nos llevará a sobrevolar las dunas de Titán. El enigmático y exótico mundo, está a la espera de la próxima aventura de la NASA. german@astropuebla.org